ECONOMíA
• SUBNOTA › EL GOBIERNO ESPERA MENOS URGIDO LA MISION DEL FMI
Un respiro, que no es poco
El Gobierno espera que esta semana llegue una nueva misión del FMI para continuar las negociaciones. El director gerente del organismo, Horst Koehler, envió ayer un mensaje favorable a que se alcance un acuerdo, pero al mismo tiempo hizo un duro cuestionamiento a la dirigencia argentina y al Poder Ejecutivo en particular. “La falta de confianza de la población en el Gobierno y en el sistema político es el problema más difícil que enfrenta el país”, declaró el máximo responsable del FMI en una reunión del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas. En la Casa Rosada se desentendieron de semejante afirmación, que ubica a sus ocupantes como causantes de la crisis en lugar de aportar a su solución, y resaltaron el costado positivo de las declaraciones de Koehler. Esa reacción muestra hasta qué punto el Gobierno ata su suerte a la ayuda que pueda obtener del Fondo.
Roberto Lavagna le entregó ayer a Eduardo Duhalde un informe con el resultado de sus gestiones en Washington. La postergación por un año de los vencimientos que tenga Argentina con los organismos de crédito mientras continúen las negociaciones desinfló la presión. A mediados de este mes el Estado hubiera tenido que desembolsar más de 1500 millones de dólares para no caer en cesación de pagos con el FMI y el BID, pero ahora que los vencimientos fueron prorrogados, el Gobierno no quiere volver a poner fechas para la firma de un acuerdo. El ministro de Economía admitió ante el Presidente que hay que negociar temas de muy difícil resolución, por lo que el cierre de las discusiones puede llevar más de un mes.
“El ministro y yo hemos concluido que estamos entrando en una relación activa de negociación y espero que sea continua y productiva como lo fue la semana pasada”, recalcó Koehler, en la misma oportunidad que criticó a la administración Duhalde. “El Gobierno podría demostrar que se toma en serio la necesidad de recuperar la confianza de la gente mediante el refuerzo de la independencia del Banco Central”, agregó el funcionario, según reflejó la agencia Reuters desde la sede de Naciones Unidas. Por su parte, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Paul O’Neill, quien ayudó a destrabar las negociaciones la semana, sostuvo que “Argentina y el FMI están progresando en sus conversaciones”. “Estamos ansiosos por ver que progresen y que Argentina regrese con buen pie al camino del crecimiento económico”, concluyó.
Uno de los temas sobre el que trabajará la misión del Fondo que vendría esta semana a Buenos Aires es la reestructuración del sistema financiero. Vinculado a ello está la salida de dinero del corralito por los amparos judiciales. Página/12 reveló la semana pasada que Lavagna les adelantó a Koehler y a Anne Krueger que el Gobierno esperaba un fallo de la Corte Suprema que termine con el drenaje. El tema se discutió ayer en la reunión del ministro con Duhalde. Parece difícil que hoy el máximo tribunal vaya a sacar una acordada como la que pretende el Ejecutivo. En rigor, desde la Corte insisten en que no se prepara nada semejante.
Koehler también demandó que los gobernadores ratifiquen los acuerdos con la Nación para comprometerse a reducir el déficit fiscal en las provincias, lo que también demandará tiempo. A pesar de ello, tanto el Ejecutivo como los diputados peronistas –que ayer se reunieron para hacer un análisis de situación– evalúan que Lavagna consiguió ganar tiempo y que sólo eso es importante.
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