El anuncio de un acuerdo entre SanCor y Adecoagro, que tiene a George Soros como uno de sus principales accionistas, refuerza la tendencia a la extranjerización de la economía. El grupo que integran Eskenazi, Sigman y Eurnekian lo hace notar, para obtener respaldo político a su propuesta. En los últimos años fueron varias las empresas tradicionales que entregaron el control a capitales extranjeros, ya sea porque fueron tentadas por ofertas astronómicas o porque no encontraron otra salida a su ahogo financiero. En la lista figuran Quilmes, Loma Negra, Swift, Acindar, Pérez Companc y Grafa. La aspiración del Gobierno de reconstituir una burguesía industrial que liderara el desarrollo económico perdió con ellos a varios de sus principales referentes. Un estudio del Indec sobre las 500 empresas no financieras más grandes del país reveló que en 1993 el 56 por ciento de esas compañías eran de origen nacional (281 firmas), mientras que en 2004 esa participación se redujo al 33 por ciento (165). Ese lote de 500 compañías representaba en 2004 el 34,1 por ciento del total del valor agregado.