El Ministerio de Economía tuvo la mala fortuna de salir a colocar bonos de la deuda en una de las peores jornadas financieras de las últimas semanas. Por una emisión de 750 millones de dólares a diez años de plazo tuvo que hacer frente a una tasa de interés del 8,46 por ciento anual, alrededor de un cuarto de punto más cara que si lo hubiese hecho el día anterior.

La baja de los bonos alcanzó al 3,1 por ciento en el caso del Discount en dólares y esa tendencia estuvo relacionada con la decepción de los inversores tras la corrección del Indec en el valor de la Canasta Básica. Ayer fue un día de nervios e incertidumbre en la city. En los bancos locales recibieron llamados desde sus casas matrices y las consultoras contestaron inquietudes de los fondos de inversión extranjeros. El riesgo país subió 14 puntos, hasta 216.

La oferta de los inversores duplicó la emisión del bono, al totalizar 1508 millones de dólares. Si en lugar de colocar 750 millones Economía se hubiese conformado con 500 millones, el costo hubiese descendido 10 puntos básicos, a 8,36 por ciento anual. Está claro que desde la Secretaría de Finanzas prefirieron obtener un mayor volumen de financiamiento antes que resignar una parte de la colocación pero a una tasa más baja.

A diferencia de emisiones de la década pasada, ahora los inversores están seguros de que la Argentina cumplirá con sus compromisos. El temor radica en que se distorsione el índice de inflación de manera tal que afecte seriamente la rentabilidad de los títulos públicos.

Es por este motivo que los financistas están arbitrando entre las Lebac del Banco Central a tasa fija (en pesos), que rinden 11 por ciento anual, y dejan de lado los papeles en pesos indexados. En un contexto de tipo de cambio estable o ligeramente bajista, las Letras del BC aparecen como un buen negocio para los operadores internacionales.