ECONOMíA
• SUBNOTA › JUICIO POLITICO A LA CORTE
Pujas en el bloque
› Por Felipe Yapur
El fallo de la Corte Suprema que declaró inconstitucional la reducción del 13 por ciento de los salarios estatales puso locos de contentos a los empleado públicos, enfureció a Eduardo Duhalde y, por supuesto, reavivó el debate del juicio político que pesa sobre los nueves jueces del alto tribunal. En el bloque de diputados del justicialismo juran que este tema se resolverá la semana próxima. Eso sí, siempre y cuando consigan superar la conflictiva definición de las internas abiertas.
“La acordada es un claro ejemplo de que no existe el pacto entre la Corte y el gobierno de Duhalde”, repitió con fuerza uno de los máximos representantes del duhaldismo en la Cámara baja. Esto no evitó que insistiera que es tiempo de definir el interminable juicio político que, según el dictamen de la comisión, recomienda la destitución de los nueve supremos. El legislador es partidario del rechazo del dictamen. El problema es que es uno de los pocos que no vota en el recinto.
El menemismo es el más acérrimo defensor del tribunal. Y no hay semana que sus representantes no insistan con la necesidad de llevar el dictamen al recinto porque están seguros de que los que promueven la destitución, como los justicialistas Sergio Acevedo (Santa Cruz) y Ricardo Falú (Tucumán), no tienen los votos necesarios. Los menemistas juran que cuentan con las voluntades para impedir cualquier juicio. Y es altamente probable que así sea.
Pero tanto los que promueven el juicio como los que lo rechazan necesitan de los radicales para conseguir el quórum. Por ahora los representantes de la UCR dicen que no bajarán al recinto porque creen que el PJ pretende “salvar” a los jueces. Pero su posición está tan atada a la resolución del mecanismo que se utilizará para resolver la interna partidaria como del justicialismo.
Por lo pronto, el menemismo le arrancó a Humberto Roggero, bajo amenaza de romper el bloque, la promesa de que el martes la bancada se reunirá para discutir la postura oficialista y, fundamentalmente, definir la fecha del tratamiento. Roggero hace malabares para mantener la cada vez más difícil unidad. Confía en que la única forma de poder mantener a salvo el bloque es permitir a sus miembros libertad de conciencia para votar el dictamen de la comisión de Juicio Político. Los menemistas no lo aceptan, quieren una definición concreta. Los que impulsan el juicio también rechazan la propuesta de Roggero porque entienden que el jefe del bloque está promoviendo el fracaso del juicio político. Por estos días conseguir un posición homogénea en el bloque es tan difícil como encontrar un dólar que valga un peso.
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