La alternativa de crear una categoría de altos consumidores residenciales (ver nota principal) no es la única que evalúa el Ministerio de Planificación. Hay, por lo menos, otras dos propuestas en estudio. Una prevé la aplicación de cargos estacionales adicionales para quienes incrementen su consumo en forma intensiva en períodos cortos. La otra tiene antecedentes poco propicios: un mapeo de las zonas de concesión para aplicar distintos costos a la energía según el nivel socioeconómico del barrio.

La primera se aplica en al menos cinco distribuidoras del Interior por motivos turísticos y justifica tarifas más altas por la necesidad de sobredimensionar la infraestructura para utilizarla sólo el 20% del año. La otra, que seguramente generará una enorme polémica, es para estratificar a los usuarios por su poder adquisitivo relacionándolos con el barrio en el que viven.