La embajada de Estados Unidos, el Ministerio de Defensa, centros comerciales y dependencias gubernamentales: todo eso tenían planeado atacar las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), según fuentes oficiales. El ejército colombiano anunció que incautó una tonelada de anfo (un explosivo más potente que la dinamita) cerca de Bogotá y que iba a ser usada para colocar bombas en distintas zonas de la capital colombiana. Según el diario bogotano El Tiempo, el sábado se allanó un local con material del mismo tipo que el usado para cometer los atentados durante la asunción del actual gobierno (el 7 de agosto, donde murieron 21 personas), y mapas e informaciones detallados de la embajada norteamericana en Bogotá. Además, en el marco del estado de conmoción interior declarado hace casi un mes, el gobierno dictó ayer un decreto que permite detener sospechosos sin orden judicial, interceptar comunicaciones y crear zonas especiales bajo autoridad militar.
El presidente Alvaro Uribe y su ministra de Defensa, Martha Lucía Ramírez, lanzaron ayer en el departamento de Antioquia la red de los primeros 150.000 informantes civiles en el marco del millón previsto para colaborar con las fuerzas de seguridad en la prevención de ataques guerrilleros y de paramilitares. Esta primera parte de la red vigilará la ruta que une Bogotá con Medellín, capital de Antioquia, de la que Uribe fue gobernador y donde creó los Grupos Convivir, antecedente de esta red. Ramírez destacó la participación de los habitantes de las zonas rurales en la red, lo cual es lógico teniendo en cuenta que los combates entre guerrillas, ejército y paramilitares se producen usualmente en el campo. Sin embargo, ahora que las FARC parecen decididas a llevar los ataques a los ciudades, el alcalde de Bogotá, Antanas Mockus, les dio una mala noticia a Uribe y Ramírez: él no apoyará la creación de la red de informantes en la ciudad. “Han venido un montón de desocupados a pedirle a la alcaldía la incorporación a esta red, pero les dije que se fueran a sus casas porque no existirá tal red”, declaró Mockus. “Este programa es muy peligroso para los derechos civiles y coloca a la gente en una vulnerabilidad extrema.”
Además del plan de atentados en varios puntos de Bogotá, incluyendo la embajada norteamericana y el Ministerio de Defensa, las fuerzas de seguridad informaron acerca de la detención de un ingeniero civil que habría diseñado el sistema eléctrico que activó las granadas de mortero el 7 de agosto, y suponen que este es el plan para atentados futuros: se habría detectado una red de miembros urbanos de las FARC que se inscribieron en diferentes universidades para estudiar ingeniería electrónica, computación y diseño industrial.