EL MUNDO › POR SU RECIENTE OPERACION MILITAR CONTRA LAS FARC QUE SUSCITO UNA CRISIS CON ECUADOR
La enviada de Estados Unidos a Brasilia justificó la incursión militar de su aliado en el marco del ataque preventivo en la lucha contra el terrorismo. A diferencia de Brasilia, no condenó la violación territorial que hizo el gobierno de Uribe.
› Por Darío Pignotti
Desde Brasilia
El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva dialogó ayer durante 40 minutos con la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, sobre la crisis andina por la invasión colombiana a Ecuador hace 13 días. La enviada de la Casa Blanca propuso una política regional de combate al terrorismo y justificó la incursión militar de Bogotá. Una semana atrás Lula había conversado, pero durante una hora y media, con su colega ecuatoriano Rafael Correa. Y un día antes de la llegada de Rice, mientras el mandatario estadounidense George W. Bush criticaba a Caracas, Lula felicitó por teléfono al presidente venezolano Hugo Chávez por el papel que asumió en la Cumbre de Río, donde Bogotá y Quito hicieron las paces.
Lo primero que hizo Rice, luego de desembarcar en Brasilia en medio de un fuerte operativo de seguridad, fue dirigirse al Palacio del Planalto, donde la esperaba Lula. Allí, es seguro que ambos coincidieron en un punto: el riesgo de un conflicto militar está de momento disipado, pero la crisis no fue completamente superada. No trascendieron detalles sobre el encuentro, pero es poco menos que seguro que Lula y Rice discreparon sobre la ofensiva militar colombiana en territorio ecuatoriano que mató al vocero y principal negociador de las FARC Raúl Reyes. El gobierno brasileño ha condenado públicamente la “violación de la integridad territorial de Ecuador”, a la que calificó como un antecedente preocupante para la paz regional, mientras Condoleezza Rice le restó gravedad al tema.
Después de su encuentro con el mandatario brasileño, la titular del Departamento de Estado dio una conferencia de prensa en el Palacio Itamaraty, sede de la Cancillería. Flanqueada por el canciller Celso Amorim, la diplomática norteamericana propuso la articulación de los países de la región en el combate al “narcotráfico y narcoterrorismo” y sugirió que Ecuador y Venezuela son conniventes con las FARC. “Las fronteras son importantes, pero no pueden ser abrigo de terroristas que matan a inocentes”, aseguró. “Tal vez sea la hora de que la región revea la seguridad en las regiones fronterizas”, sugirió y luego amenazó: “Washington está acompañando la evolución de la situación y hará lo que corresponda”, si es necesario.
Rice hizo una didáctica defensa del concepto de ataque preventivo, estrenado por EE.UU. en Irak en marzo de 2003 y emulado por Colombia el 1º de marzo de 2008, al decir que Alvaro Uribe estaba en su derecho cuando bombardeó a las FARC más allá de sus fronteras. Un reportero la consultó sobre el proyecto de Consejo de Defensa Sudamericano impulsado por Lula como una alternativa al Tratado Interamericano de Defensa Recíproca, nacido durante la Guerra Fría bajo los designios norteamericanos. Diplomática, la funcionaria no criticó la idea de Lula, que despierta recelos en Washington, y dijo que podía ser un instrumento en la guerra contra las amenazas que asuelan la región. “No vemos problemas en esa propuesta y confiamos en el liderazgo de Brasil, somos favorables a cualquier tipo de cooperación regional y es siempre bueno mejorar los instrumentos para enfrentar las crisis”.
La visita de la enviada estadounidense, que hoy concluye su gira sudamericana en Chile, robustece la posición de Brasilia como la principal capital diplomática de América del Sur. Lula habló en los últimos días con Rice, Correa, Uribe y Chávez. Es menos evidente que el gobierno brasileño esté en condiciones de persuadir a sus interlocutores, que no parecen muy permeables a sus opiniones y sus objetivos. Hace una semana, en la misma sala de prensa en que ayer habló Rice, el canciller Amorim había manifestado su convicción de que esta crisis debía ser solucionada en América del Sur, y lejos de la influencia “polarizante” de George W. Bush.
La corta estancia de Rice en Brasilia deja en evidencia que Washington no dejará que la crisis se ecualice en América del Sur, lo cual es un revés para la estrategia brasileña. Más: Condoleezza Rice repitió ayer que las FARC son una organización “terrorista que mata inocentes” con la cual no hay ninguna posibilidad de establecer una negociación. Antes de ayer Amorim había reiterado que su gobierno no caracteriza a la guerrilla colombiana como terrorista y abogó por una solución al problema de los rehenes, que precisa de alguna interlocución con las FARC.
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