EL MUNDO
A ver si esta vez Europa se anima a las sanciones
Con el peligro de una guerra comercial transatlántica en el horizonte, la Unión Europea amenazó con represalias de 14.000 millones de dólares por exenciones impositivas ilegales de EE.UU.
Por Charlotte Denny
Desde Londres
La Unión Europea (UE) redobló sus presiones al gobierno estadounidense en su conflicto comercial de larga data sobre exenciones ilegales de impuestos, y amenazó con tarifas punitivas a miles de sus exportaciones, desde partes de reactores nucleares hasta goma de mascar. Al anunciar una lista valuada en 14.000 millones de dólares de productos a los que se atacará, la UE insistió en que no aceptaría menos que una completa anulación de las exenciones impositivas, que la Organización Mundial de Comercio (OMC) consideró infringieron las reglas del comercio global.
Bruselas ganó de la OMC el mes pasado el derecho a imponerle a Estados Unidos sanciones por 4000 de dólares en productos norteamericanos y la lista será publicada luego que la comisión europea haya considerado pedidos de la industria. Con los empresarios advirtiendo que una guerra comercial transatlántica podría ser la gota que desborde el vaso para la frágil economía mundial, Bruselas insistió con que estaba preparada para ir adelante con las sanciones si el Congreso rechaza el cambio de las leyes impositivas. La administración Bush ha prometido modificar la legislación ofensiva pero está enfrentando la oposición de los representantes del ala derecha de su propio partido (republicano), quienes resienten la interferencia del OMC en el código de impuestos de Estados Unidos. Una vocera del comisionado en comercio de la UE, Pascal Lamy, dijo que Bruselas, estaba monitoreando sus esfuerzos de cerca. “Si no hay avances, no tendremos paciencia”, dijo.
La Comisión Europea ha apuntado deliberadamente a productos en los que las ventas norteamericanas son menos de un quinto de las importaciones europeas, para minimizar el pronóstico de aumento de precios para los consumidores europeos. Empresarios líderes urgieron ayer a que la Comisión evite la detonación de lo que Washington ha descripto como un arma nuclear. “Las sanciones son la última instancia”, señaló Monique Julien, una vocera de otro grupo de presión, UNICE. Xavier Durieu, secretario general de Eurocomercio, insistió que se deberá tener cuidado para evitar daños en la industria europea. “Cualquier represalia por la UE a los subsidios ilegales estadounidenses debe ser efectiva”. Washington advirtió que las tarifas podrían perjudicar a la industria europea tanto como a las compañías estadounidenses. “Es una verdadera espada de doble filo”, afirmó Rich Mills, un vocero de Robert Zoellick, representante comercial estadounidense.
Ambas partes han descartado la amenaza inmediata de una guerra de comercio transatlántico en los meses recientes de debilitamiento económico. En un signo de que preferiría el cumplimiento a las represalias, la UE está permitiendo un inusual período de consulta de 60 días de extensión con la industria antes de dar a conocer su lista final. El presidente George W. Bush prometió en mayo pasado que cumpliría sus obligaciones con la OMC, pero es incierto si la medida que presentó al Congreso a tal efecto pasará este año. La industria europea está además en posición ambivalente porque sus importaciones de productos norteamericanos se verán encarecidas si la UE lleva adelante las sanciones. “Es importante tomar represalias pues la UE no puede tolerar el unilateralismo que evidencia Estados Unidos, y es importante también dar la señal de que el mismo es inviable”, dijo un asesor de Eurocomercio.
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