EL MUNDO › EN BOLIVIA EL CONGRESO APROBO LA LEY PARA CONVOCAR LA CONSULTA
La oposición votó la medida que el propio Morales había propuesto, apostando al desgaste que habría sufrido la imagen del presidente, para someter a consulta su continuidad a cargo del Ejecutivo. Evo llamó al diálogo.
› Por Sebastián Ochoa
Desde Santa Cruz
“El gabinete me ha recomendado urgentemente convocar a los nueve prefectos para que el día lunes de la próxima semana trabajemos en una autonomía para los pueblos, para la mayoría nacional. Repito: autonomía con justicia social, con igualdad, con unidad de todos nuestros pueblos, porque somos una familia grande, una familia boliviana”, dijo ayer el presidente Evo Morales en un barrio de esta ciudad luego de entregar créditos para obras. Como gesto conciliador, la oposición –que controla el Senado– aprobó la ley para convocar a un referéndum nacional que revoque o ratifique el mandato del presidente, el vicepresidente y los nueve prefectos. Enviaron la ley a Evo, que en enero la había enviado como proyecto al Congreso. “La ley de revocatoria de mandato fue hecha en otra coyuntura política. Hoy se requiere un diálogo nacional para superar este conflicto”, consideró el sorprendido vicepresidente boliviano, Alvaro García Linera. Nadie sabe qué hará el presidente. Tiene la posibilidad de vetar esta ley. O puede arriesgarse y –si le sale bien– liberarse de algunos prefectos de la Media Luna.
“¿Usted está de acuerdo con la continuidad del proceso de cambio liderado por el presidente Evo Morales Ayma y el vicepresidente Alvaro García Linera?”, será la pregunta de la consulta, según lo aprobado por el Senado en 20 minutos. En cada departamento los prefectos también se someterán al “soberano”, si se hace real esta ley.
Evo dejará la presidencia si se lo pide el 53,7 por ciento de la población –la cifra que en 2005 le dijo que sí–. Cada prefecto también se someterá a su número. En La Paz, José Luis Paredes, de Poder Democrático Social (Podemos), asumió con el 37,98 por ciento de apoyo. Es decir, si ese número del electorado le dice que se vaya deberá irse. En Cochabamba, Manfred Reyes Villa (ex militar educado en la Escuela de las Américas, partidario de Alianza de Unidad Nacional) asumió con el 47,64 por ciento. En Oruro, Luis Alberto Aguilar, del Movimiento Al Socialismo (MAS), llegó a la prefectura con el 40,95 por ciento de los votos. En Potosí, el también masista Mario Virreira Iporre sumó el 40,69 por ciento del electorado. En Tarija, Mario Cossío (Camino al Cambio) obtuvo el 45,64 por ciento. En Santa Cruz, Rubén Costas (Autonomía para Bolivia), recibió el 47,87 por ciento de los votos. En Beni, el podemista Ernesto Suárez alcanzó el 44,63 por ciento. Y en Pando, Leopoldo Fernández (Podemos) tuvo el 48,03 por ciento de apoyo. Si en la hipotética y legalizada consulta alguno obtuviera la misma cifra en desaprobación de su gestión, perdió su silla.
El senador Antonio Peredo (MAS) opinó que la oposición intenta “desbalancear” a Morales. “Frente a la ilegalidad con la que se llevan adelante los referéndum en los departamentos, quieren entregarle al presidente una papa caliente. Buscan una confrontación abierta entre el gobierno y los prefectos”, dijo.
El senador de Podemos Roger Pinto aclaró que la propuesta “nació del propio presidente”. Y agregó que Morales “tiene la potestad por ley de vetar o no la misma. Pero lo ideal sería que promulgue la convocatoria a referéndum de revocatoria de mandato. Esta es una salida válida para superar esta crisis política”. Para que salga Evo de la presidencia hacen falta 1.544.374 votos, el 53,7 por ciento que en 2005 lo apoyó. “Es una jugada maestra”, se autofelicitó el senador de la amazónica Pando. Hace días, el gobierno nacional había advertido que impulsaría el referéndum ratificatorio para la nueva Constitución, que la oposición califica de “masista”, “indigenista”, “manchada de sangre” e “imposible de llevar a la práctica”. Ahora tendrá otra urgencia.
El también podemista Luis Vásquez indicó que “el presidente tiene la opción de convocar a un diálogo y concertar y hacer una gestión para todos los bolivianos. Si no quiere hacer nada, vamos a las urnas y que el pueblo decida si él se queda o se va”. Juzgó que si Evo veta esta ley, incurrirá en un “sinsentido político” que demostrará su “debilidad política”. Según la norma, el presidente del Senado, Oscar Ortiz (Podemos), tiene competencia para poner en rigor la ley si Morales no la veta ni la promulga.
A todo esto, el único prefecto de la Media Luna que respondió a la invitación de Evo fue el beniano Ernesto Suárez: “Si la intención del diálogo es frenar el 1º de junio no vamos a ir a dialogar, tampoco lo va a hacer Pando, tampoco lo va a hacer Tarija y Santa Cruz tampoco se va a sentar. El diálogo tiene que ser después del último referéndum, el 22 de junio. Ahí se podría hablar de un gran pacto social y a nivel nacional”, dijo. Y graficó: “Cuando le tiran un hondazo a un pajarito y lo alcanzan y lo dejan boleado, así está el gobierno: boleado. Por eso es importante que se bañen, se tomen su calmante, se relajen y piensen, repiensen nuevamente su posición para tratar de encontrar soluciones, pero con la cabeza fría. En este momento están atolondrados por lo que les ha hecho Santa Cruz y no los deja pensar”.
Difícil que el lunes el gobierno nacional pueda “trabajar” junto con los prefectos. En su convocatoria al diálogo, dijo Evo: “Lastimosamente, quienes perdieron las ventajas que tenían a nivel nacional cuando estaban en el gobierno, ahora quieren autonomía. Respetamos, pero vamos a garantizar autonomía no sólo para los oligarcas, sino para el pueblo boliviano, para el pueblo cruceño”.
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