Hay dos personas en la cárcel cruceña de Palmasola acusadas de “obstruir el proceso electoral” del 4 de mayo, considerado ilegal por el gobierno nacional y organismos internacionales. Romeo Amorim y Jimena Mamani fueron detenidos el domingo pasado ante el céntrico Hotel Santa Cruz, donde funcionó el Centro Internacional de Información. Según los acusados, descubrieron en el barrio Plan 3000 varias urnas repletas de votos por el “Sí al estatuto”. Cuando llegaron al hotel para denunciarlo, los autonomistas los retuvieron y los entregaron a la policía por “robar ánforas y material electoral”. Amorim, que sería jefe de gabinete del Ministerio de Obras Públicas, sostuvo ante el juez de Instrucción en lo Penal de Santa Cruz José Fernández: “No soy culpable de que más del 50 por ciento de la población se hubiera abstenido de votar o no hubiera querido aprobar los estatutos autonómicos”. Ante el juez, los acusaron el diputado Walter Arrázola (Podemos) y la directora jurídica de la Corte Departamental Electoral (CDE), Lizbeth Romero. Según el Código Electoral, la persona que “obstruya o impida la realización del proceso electoral” puede quedar presa hasta 5 años. Desde Podemos adelantaron que pedirán más detenciones entre las personas que se opusieron al referéndum. Ayer, con el 90 por ciento de las mesas escrutadas, el “Sí” obtuvo el 86 por ciento. Pero sobre 935 mil cruceños inscriptos, más de 400 mil decidieron no participar.