EL MUNDO › LAS LISTAS INCLUYEN A ROMNEY Y A HILLARY
› Por David Usborne *
Desde Nueva York
El juego de las adivinanzas sobre quién será el compañero de fórmula surgió ayer cuando John McCain se preparaba para recibir a un trío de potenciales aspirantes republicanos en su rancho en Arizona este fin de semana. Por su parte, Barack Obama estaba buscando ayuda externa para su propia búsqueda de un posible socio presidencial. La charla sobre las opciones de McCain de un socio coincide con otro tema potencialmente importante para los republicanos: la divulgación de los muy ansiados resultados médicos que su campaña espera que alivien las preocupaciones sobre su avanzada edad y sus antiguas luchas contra un cáncer de piel.
Su lista de invitados para este fin de semana de tres días de Memorial Day (feriado en honor de los muertos en las guerras) contiene una sorpresa intrigante: Bobby Jindal. El popular y recientemente electo gobernador republicano de Luisiana es sorprendente en virtud de sus antecedentes indios –sus padres llegaron a Estados Unidos desde Punjab– y su juventud, tiene 36 años. También son esperados en el rancho esta noche Mitt Romney, el ex gobernador de Massachusetts que abandonó la carrera por la nominación republicana en febrero, y el gobernador de Florida, Charlie Crist, cuyo apoyo a McCain lo ayudó a ganar la primaria de ese estado.
La historia sugiere que la importancia de elegir el perfecto compañero de fórmula es exagerada. Pocos creen que tener a Dan Quayle a bordo fue lo que propulsó a George Bush padre a la Casa Blanca en 1988. Michael Dukakis ganó puntos por seleccionar al senador texano, Lloyd Bentse ese año; no le sirvió de nada. También en los últimos años se habló de la sabiduría convencional de que los nominados debían buscar a alguien que los compensara en áreas tales como edad, experiencia política o geografía. Bill Clinton eligió a un número dos como él, Al Gore. Y ganaron.
Pero nada de eso detendrá la diversión del chismorreo que ya comenzó aun cuando ninguno de los candidatos necesita anunciar su elección hasta que estén más cerca de sus respectivas convenciones de partido. Para los republicanos, Romney podría funcionar porque es del noreste y, como ex empresario privado y jefe ejecutivo de los Juegos Olímpicos, tiene el tipo de fuertes credenciales financieras que le faltan a McCain. También es un fantástico recaudador de fondos y el chanchito de McCain está medio vacío.
En el caso de Crist, la consideración es más geográfica. Resultó popular en Florida, un estado que McCain necesitará asegurarse en noviembre si quiere derrotar a su opositor demócrata. Jindal puede atraer si los republicanos han llegado a la conclusión de que su opositor será Obama. McCain señaló que tiene la intención de mantener el proceso de la selección tan secreto como sea posible.
Aún más discretos son los movimientos en el campo de Obama, en parte porque el candidato no ha despachado a su rival para la nominación demócrata, Hillary Clinton. Pero según algunos cables, Obama ha nombrado al ex ejecutivo de la industria de las hipotecas Jim Johnson para que comience a vetar posibles candidatos. John Kerry usó a Johnson para el mismo propósito en 2004. Citando fuentes anónimas, la revista Time informó que Bill Clinton está dejando en claro que espera que por lo menos se le ofrezca a su mujer el segundo puesto en la boleta de Obama.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12. Traducción: Celita Doyhambéhère.
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