EL MUNDO › LA GUERRILLA LIBANESA LE DIO RESTOS DE SOLDADOS
› Por Donald Macintyre *
Desde Londres
Israel liberó ayer un libanés condenado en 2002 a seis años de prisión por ser un espía de Hezbolá. La medida fue un gesto hacia el grupo armado opositor del Líbano que antes había entregado los restos de soldados israelíes muertos en la guerra del 2006 entre Tel Aviv y Beirut. Estos movimientos en la frontera alimentan la especulación de que Israel podría prepararse para intercambiar otros prisioneros libaneses por dos soldados –vivos o muertos– cuyo secuestro hace dos años desencadenó un conflicto bélico entre ambos países.
El líder de Hezbolá, Hassan Nasralá, anticipó la semana pasada que Israel pronto liberaría presos libaneses, incluido Samir Kuntar, que enfrenta más de una cadena perpetua por asesinar a cuatro israelíes, entre ellos un civil de 28 años y su hija de cuatro en 1979. Desde Beirut, Frank Walter Steinmeier, el canciller alemán que medió entre los dos enemigos, dijo que ayer estaba contento. “Estos pasos preliminares crearon una dinámica positiva en las conversaciones secretas”, señaló.
El hombre liberado y trasladado ayer desde una cárcel del centro de Israel a la ciudad fronteriza de Rosha Hanikra es Nasim Nisr, un israelí de descendencia libanesa que ya cumplió una sentencia de seis años por espionaje y estaba bajo arresto administrativo, probablemente como prenda de cambio. Un canal libanés de televisión mostró ayer al prisionero de 39 años cuando arribó al pueblo sureño de Naqoura y abrazó a sus familiares invadidos por el llanto, incluida su madre, una judía libanesa que se convirtió al islam. Con pocas palabras, Nisr agradeció a Nasralá y dijo que esperaba que otros presos libaneses fuesen liberados. Debido a su ascendencia judía, el hombre, cuyo padre era un musulmán chiíta, logró obtener la ciudadanía de Israel y se trasladó a ese país en 1991.
Por su parte, el ejército israelí controló ayer la caja entregada por Hezbolá, donde estarían los restos de soldados, antes de transportarla al laboratorio forense en Tel Aviv para analizarla. La fuerza armada dijo que dispuso un equipo para contactar a los parientes de los soldados.
Pese a los rumores, Israel no confirmó planes para un nuevo intercambio de prisioneros libaneses por Eldad Regev y Ehud Goldwasser, los dos soldados secuestrados y heridos en la ofensiva de Hezbolá en la frontera en julio del 2006. Hasta ahora el grupo de la resistencia libanesa no entregó ninguna señal de vida de los militares que tienen en sus manos.
Mientras tanto, el ministro de Vivienda de Israel, Zeev Boim, reveló planes para construir cerca de 900 nuevas casas en Psgat Zeev y Har Homa, dos asentamientos del este de Jerusalén, pese a los reclamos de Estados Unidos contra la expansión israelí sobre el lado palestino de la frontera marcada en 1967. El anuncio fue hecho un día antes de que el premier israelí, Ehud Olmert, se reuniera con el presidente palestino Mahmud Abbas en Jerusalén y viajara por la noche a Washington para verse con el mandatario George W. Bush, en el marco de las estancadas negociaciones de paz. En respuesta, Yasser Abed Rabbo, un asesor de Abbas, condenó al gobierno vecino, que también recibió críticas de Egipto y Jordania. “Israel habla de paz al mismo tiempo que intenta socavarla mediante el incremento de los asentamientos en Jerusalén y alrededor de esta ciudad”, fustigó.
* De The Independent, de Gran Bretaña. Especial para PáginaI12.
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