El conflicto entre Ecuador y Colombia abrió el XXXVIII Período Ordinario de Sesiones de la OEA en Medellín. El secretario general de la Organización de Estados Americanos, José Miguel Insulza, prometió atender a la solicitud de Ecuador para que investigue los documentos de las computadoras del abatido líder de las FARC, Raúl Reyes. Asimismo, se mostró preocupado por la situación política que vive en Bolivia, en momentos en que la oposición busca la autonomía de los departamentos de la Media Luna.

En su discurso en la sesión inaugural de la Asamblea General de la OEA, Insulza precisó que aún no recibió una petición oficial de Ecuador, pero reconoció la solicitud hecha verbalmente horas antes por la canciller ecuatoriana, María Isabel Salvador. Ella anunció ayer que pedirá a Insulza que analice los documentos que Colombia asegura se encontraron en las notebooks de Reyes, que murió el 1º de marzo junto a unos 25 guerrilleros, cuando Colombia bombardeó su campamento en territorio ecuatoriano.

Algunos de los documentos, que Interpol consideró veraces, fueron filtrados a la prensa y revelan supuestos lazos entre el gobierno de Ecuador y las FARC. Demostrar la falsedad de ello es el objetivo que Quito busca con la solicitud, aseguró Salvador. “Las últimas semanas han presenciado un recrudecimiento de las expresiones verbales entre países miembro, que no ayudan de manera alguna a superar las tensiones existentes”, afirmó.

El secretario general aseguró que la publicación de los documentos exacerbaron el debate en el conflicto entre Colombia y Ecuador. Sin embargo, se mostró optimista con respecto al estado de las relaciones entre ambos países. “En lo fundamental, este incidente debería estar superado”, dijo. No obstante, reconoció que aún quedan aspectos que deben resolverse satisfactoriamente. El político chileno señaló que ya se pueden aprender lecciones de lo ocurrido. “(Colombia tiene derecho a) solicitar el apoyo de los demás Estados miembro para combatir (a las FARC)”, dijo. “Al mismo tiempo, sus vecinos también deben velar porque esas acciones no afecten la paz y tranquilidad de sus propios pueblos”, añadió.

El otro tema candente que ocupó la sesión inaugural de la OEA fue Bolivia. Insulza aseguró que el conflicto entre el ejecutivo de Evo Morales y los gobiernos de la llamada Media Luna oriental preocupa especialmente a la OEA, porque el debate afecta a la conservación y fortalecimiento de la democracia y a la preservación de la unión nacional, dos principios muy fundamentales para la organización. “Es indispensable respetar los intereses legítimos (del gobierno de La Paz) y armonizarlos con los intereses también válidos (de las autonomías)”, señaló. “La solución definitiva de la crisis sólo se logrará mediante el diálogo sincero y generoso, y con la participación de todos”, añadió.

Por último, Insulza dijo sentirse entusiasmado ante la reciente creación de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur).