Desde Trinidad, Beni

Pasado el día autonomista en Beni y Pando, los grupos opositores al gobierno –y sus medios de comunicación– se regocijan en el resultado: “Autonomía 3-Evo 0”, comentan políticos de derecha, periodistas y la gente en la calle. Y prometen que dentro de veinte días se viene el cuarto gol, cuando a Tarija le toque aprobar su estatuto autonómico si es necesario a garrotazos, como se vio en las consultas hasta ahora. Hoy, tanto el gobierno nacional como los líderes de los departamentos de la Media Luna se creen ganadores que pueden imponer sus condiciones de diálogo al otro. Desde el gobierno resaltan la abstención –en Beni fue del 34,5 por ciento y en Pando del 46,5–. Suman los votos negativos y blancos para demostrar que en realidad más de la mitad de estas poblaciones rechaza los estatutos autonómicos hechos al margen de la Constitución vigente. No obstante, el próximo 22 votará por su estatuto el departamento de Tarija. En Cochabamba la Prefectura junta firmas para seguir estos cuatro pasos. De seguir así, la solución pacífica para el conflicto llegaría el 10 de agosto, cuando en el país se realice el referéndum revocatorio de mandato de los prefectos y del presidente Evo Morales.

“Tarija y nosotros, Cochabamba, estamos avanzando para hacer la consulta”, dijo el prefecto cochalo Manfred Reyes Villa. No sabe si en el referéndum revocatorio del 10 de agosto obtendrá el 48 por ciento de apoyo que necesita para continuar su gestión. Por ello, su intención de crear y aprobar el estatuto autonómico cochabambino huele a fuga para adelante. Y ni así tiene asegurada la aprobación del texto autonomista porque “en el referéndum del 2006 el Sí a la autonomía ganó en la ciudad, pero en las provincias ganó el No –recordó–. Entonces tenemos que lograr ese proceso y vamos a continuar haciéndolo”, se dio ánimos.

El ministro de Gobierno, Alfredo Rada, declaró que “más allá del manejo tergiversado e intencionado de algunos medios de comunicación, ahora estamos ante la inviabilidad de aplicar estos estatutos autonómicos con características separatistas”. Sin embargo, el prefecto beniano, Ernesto Suárez, advirtió que –como en Santa Cruz– los concejales se convertirán en asambleístas para redactar las leyes del nuevo departamento autónomo.

El director del Centro de Investigación y Documentación para el Desarrollo de Beni (Ciddebeni), Carlos Navia, dijo a PáginaI12 que “es un show este cambio de Concejo en Asamblea. Será mucho más ridículo que en Santa Cruz, porque aquí no hay recursos ni condiciones institucionales para hacerlo”. Y consideró que el estatuto beniano “es un documento descaradamente retrógrado, malo en lo técnico y en lo jurídico. En legislación agraria atrasa veinte años, a las mujeres las define como simples reproductoras de humanos. Y brinda en concesión todos los bosques por veinte años, como para que no quede nada”. Ejemplificó que “una de las tareas del gobierno autónomo será la de ‘proteger a niños, discapacitados e indígenas’. Es demasiado burdo. Sólo sirve para dar más poder a los grupos dominantes. Convierte a Beni en una sucursal de Santa Cruz”.

Desde el gobierno de Evo Morales miran los resultados de estas consultas y se hacen una idea de lo que pueda suceder el próximo 10 de agosto. El vocero del Palacio Quemado, Iván Canelas, evaluó que “en estos dos departamentos los prefectos no gozan del apoyo que ellos creen o dicen tener, lo cual está demostrando que en un referéndum revocatorio con mucha más facilidad pueden ser revocados de sus cargos”.