La Justicia chilena reabrió la investigación por el asesinato del gran cantante Víctor Jara. La causa del artista e intelectual comunista torturado y asesinado en 1973 por agentes de la dictadura pinochetista había sido cerrada hace veinte días, sin que el juez encontrara al autor material del crimen. Ayer, el mismo magistrado revirtió su decisión y decidió admitir la mayoría de las diligencias pendientes presentadas por los querellantes.

“Es la única resolución que estábamos esperando, de que el juez de forma inteligente entendiera que hay un largo camino que transitar para establecer los hechos que dieron lugar al homicidio de Víctor Jara”, sostuvo a la cadena BBC Nelson Caucoto, el abogado de la familia Jara. La medida fue tomada después de que la viuda del cantante, Joan Turner, se reuniera la semana pasada con el presidente de la Corte Suprema, Urbano Marín, y con el ministro de Defensa, José Goñi. A este último le habría pedido que interceda ante el ejército para identificar a los implicados directos, según publicó el diario El Tiempo.

El juez Juan Manuel Fuentes, a cargo de la investigación, había cerrado la causa el pasado 15 de mayo después de resolver que el único procesado sería el coronel retirado Mario Manriquez. En 1973, el ex militar estaba a cargo del batallón del ejército que custodiaba el Estadio Nacional de Chile, devenido en un campo de prisioneros, donde Jara fue torturado junto con otros cinco mil presos políticos.

El cierre de la causa fue muy criticado por las organizaciones de derechos humanos. “Consideramos que el cierre del sumario del proceso por el asesinato de Víctor Jara es un precedente más para que se consolide la impunidad en los crímenes cometidos en el Estadio Nacional de Chile”, se lee al comienzo del Manifiesto Justicia por Víctor Jara, que recolectó más de 20 mil firmas.

Para reabrir el caso, los querellantes solicitaron que se cite a declarar a cientos de militantes que estuvieron detenidos con Jara en el estadio que desde 2003 lleva su nombre. Ahí habrían visto a un oficial rubio, apodado “El Príncipe”, rematarlo con 41 balazos. Caucoto también pidió que se indaguen los testimonios de los efectivos de la Marina y de la Fiscalía Militar, quienes habrían sido los responsables de interrogar a los prisioneros en el estadio.

La viuda de Jara celebró la decisión. “El asesinato de Víctor es un símbolo mundial de las violaciones de los derechos humanos. Esclarecer lo que pasó sería un triunfo, una demostración de que no puede haber impunidad para los crímenes contra la humanidad”, dijo.

Jara, un ferviente defensor del gobierno socialista de Salvador Allende, fue apresado el 11 de septiembre de 1973 junto a cientos de estudiantes en la Universidad Técnica del Estado y trasladado al renombrado Estadio Jara. Cinco días más tarde fue brutalmente asesinado.