EL MUNDO
› SIGUEN LOS MALOS SIGNOS EN LA ECONOMIA DE EE.UU.
En el mejor de los mundos posibles
A contramano de la expectativa de los mercados, la Reserva Federal decidió mantener sin cambios la tasa de interés, al tiempo que subrayó que existen “riesgos políticos acrecentados” que inciden en la “incertidumbre considerable sobre la extensión y el momento de la esperada recuperación de la producción y el empleo”. Otro dato no muy alentador lo difundió The Conference Board: el índice de confianza de los consumidores descendió 93,3 en setiembre, registrando su cuarta caída consecutiva y tocando el nivel más bajo en diez meses. Todo fue suficiente para que Wall Street se resintiera y cerrara en bajas pronunciadas: cayó a su nivel más bajo en cuatro años, con su principal indicador, el Dow Jones, retrocediendo 2,40 por ciento. Pero los datos de la situación económica y social de Estados Unidos no se detienen ahí: según datos oficiales, aumentó la pobreza en el país tras cuatro años de disminución continua.
Los estadounidenses que viven bajo el límite de la pobreza aumentaron de 11,3 por ciento en 2000 a 11,7 por ciento en 2001, luego de cuatro años de reducción continua, según estadísticas de la Oficina de Censos del Departamento de Comercio. Del total de 285 millones de estadounidenses, 32,9 viven bajo el límite de pobreza, establecido en 18.104 dólares por año para una familia de cuatro personas y en 9039 dólares por año para una persona que vive sola, según la oficina.
A pesar de este signo, el más duro de todos, de la recesión de la economía norteamericana, la Reserva Federal mantuvo, por ahora, sus tasas básicas en el Comité de Mercados Abiertos en 1,75 por ciento, su nivel más bajo en 40 años. Dos de los 12 miembros del comité de política monetaria de la Fed votaron en vano para recortar de inmediato la tasa interbancaria de 24 horas, informó el comité en un comunicado. “Las bajas tasas de interés y una productividad robusta deberían ser suficientes para ayudar a mejorar el clima de los negocios”, señaló el banco central.
“La Fed dejó en claro que los actuales riesgos geopolíticos estorban la actividad económica en Estados Unidos y tal vez en todo el mundo”, dijo el economista jefe de Moody’s Investors Service, John Lonski, en referencia a la anunciada guerra contra Irak. El economista independiente Joel Naroff, por su parte, advirtió que “todo el mundo está congelado en su lugar porque no se puede pronosticar qué pasará con Irak”. Haroff dijo que algunas personas están a favor de actuar ahora para estimular la economía y ayudarla a resistir los tres a seis primeros meses de cualquier acción militar estadounidense en Irak.
Asimismo, algunos analistas advierten un panorama sombrío: el descenso del índice de confianza de los consumidores refleja la debilidad de los mercados y, sobre todo, del laboral; a la vez el aumento de los despidos incrementa el pesimismo entre los consumidores.