EL MUNDO › PRIMERA APARICIóN DEL CANDIDATO DEMóCRATA CON LA SENADORA DESDE LAS PRIMARIAS
Después de la dura batalla por la nominación partidaria, los ex rivales hicieron las paces en público y apuntaron sus cañones al candidato republicano John McCain. Obama la hizo sonrojar con sus conceptos elogiosos.
› Por Leonard Doyle *
Desde Washington
El aire estaba espeso con simbolismo, ayer, cuando Hillary Clinton comprometió su apoyo a Barack Obama en la primera aparición pública de ambos desde que él abrazó la nominación demócrata para la Casa Blanca hace tres semanas. Los ex rivales viajaron juntos a la pequeña ciudad de Unity, New Hampshire, donde allá atrás en las noches de los tiempos políticos –la primaria de enero– pelearon entre sí para lograr un empate de 170 votos cada uno. Clinton ganó la primaria de New Hampshire, dándole el primero de varios reveses a Obama.
“Teníamos un diálogo vehemente”, le dijo Clinton a la manifestación que colmaba la capacidad, añadiendo que era la forma más linda que podía pensar para describir su rivalidad durante la campaña. Su discurso generoso, con Obama sentado en camisa a su lado, fue recibido con risas y aplausos junto con cánticos de “Obama, Obama” seguidos por “Hillary, Hillary”. No se sabe si por accidente o destino, Obama tenía puesta una corbata del mismo color que el traje-pantalón de Clinton.
La manifestación bajo el sol ardiente en Unity era la clase del momento que muchos demócratas han estado esperando y fue una de las muchas señales a los votantes demócratas de que llegó el momento de enfocar la batalla por delante con el candidato republicano John McCain. Aun el avión en que los dos ex rivales volaron a New Hampshire era el que trasladaba a Clinton alrededor del país cuando buscaba desesperadamente negarle a Obama la nominación.
“New Hampshire tiene un lugar especial en mi corazón –dijo Clinton–, y estoy aquí para asegurar que cuando llegue noviembre, New Hampshire tendrá un lugar especial también en el corazón de Barack Obama. Esta fue una campaña de primaria duramente peleada y hemos estado cara a cara, pero hoy y cada día desde hoy, estamos hombro con hombro por los valores que compartimos y por el país que amamos.” Añadió: “Comenzamos en sendas separadas, pero hoy nuestras sendas se han unido. Hoy estamos juntos para elegir a Barack Obama como el próximo presidente de Estados Unidos”.
Difícil como era para Clinton aparecer en escena con su ex rival, comparten una necesidad urgente de unir a las tribus guerreras de los demócratas si quieren derrotar al senador McCain. Clinton prosiguió atacando a McCain como “cuatro años más” de las políticas de George Bush. “Son como las dos caras de la misma moneda y no llega a ser un gran cambio”, dijo. “Voten al senador McCain y definitivamente tendrán más de lo mismo. Voten a Barack Obama y obtendrán el cambio que necesitan y merecen.”
En un llamado a sus propios partidarios, añadió: “Y a cualquiera que votó por mí y está considerando ahora no votar, o votar por McCain, les pido que lo consideren. Recuerden a quién apoyan en este elección. Sé que trabajará para ustedes, luchará por ustedes y los defenderá cada día en la Casa Blanca”.
Obama no se quedó atrás con los cumplidos. “Ella la rompe, ella la rompe” dijo él, mientras Clinton se sonrojaba como una remolacha. “Estoy orgulloso de llamarla mi amiga –añadió–, y sé cuánto necesitamos de ambos Bill y Hillary Clinton. Los necesitamos, los necesitamos mucho, no sólo mi campaña, sino el pueblo estadounidense los necesita en los meses y años por venir.”
Elogiando las habilidades de Clinton como líder, dijo que ella había demostrado que “las mujeres pueden hacer todo lo que los hombres pueden hacer y hacerlo mejor y hacerlo con tacos altos”, y añadió: “Todavía no entiendo cómo lo hace con tacos altos”.
El evento de Unitia fue la última manifestación de un pacto de asistencia mutua, según el cual Clinton acordó hacer campaña para Obama en estados donde ella lo derrotó, como Pennsylvania y Ohio. A cambio, él le ayudará a pagar los 22 millones de dólares de la deuda que ella acumuló durante su campaña. Se cree que es improbable que él invite a Clinton a ser su compañera en la vicepresidencia, pero se están llevando a cabo complicadas negociaciones para asegurar un futuro brillante para Hillary en los años futuros.
Los recaudadores de fondos de campaña de Clinton han llegado a un acuerdo con Obama para reunir dinero para el Partido Demócrata. Para facilitar el proceso, Obama y su mujer Michelle hicieron una contribución simbólica de 4600 dólares para la deuda de la campaña de Clinton (el máximo permitido como contribución personal) en un evento en Washington el jueves.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para PáginaI12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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