El presidente colombiano Alvaro Uribe está de vuelta en Estados Unidos, en conversaciones donde el tema del terrorismo que desvela a su homólogo George W. Bush fue el marco de fondo y el narcotráfico la superficie: Washington reafirmó su pedido de extradición del jefe paramilitar Carlos Castaño por “ser un terrorista”, si bien el pedido en cuestión se hizo bajo el cargo de tráfico de drogas. Castaño ya declaró su disposición a entregarse a la Justicia estadounidense, confiando en aclarar su situación. También ayer, el ministro del Interior colombiano Fernando Londoño condicionó las negociaciones con la insurgencia rebelde y paramilitar de Colombia a que “tendrían que entender que hay un compromiso internacional en la lucha contra el narcotráfico y que esos compromisos se cumplirán sin vacilaciones”. Tras reunirse con Uribe, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Paul O’Neill, dijo que Washington “apoya activamente” la solicitud de más préstamos que Colombia está haciendo al FMI y otras instituciones financieras internacionales.
Uribe discutió con Bush y su equipo “la necesidad de una gran ayuda de los institutos multilaterales de financiamiento” para hacer frente al reto de aumentar el ejército y atender los problemas sociales en una situación de fuerte déficit fiscal y de cuenta corriente. A un mes y medio de haber asumido y a pesar de anunciar aumentos de impuestos, entre otras medidas, Uribe goza de 62 por ciento de popularidad, la misma cifra con la que tomó el mando, según un sondeo de Gallup. El gobierno norteamericano, principal aliado de Colombia en su lucha contra el narcoterrorismo, pidió este martes la extradición de Carlos Castaño, repuesto jefe de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Bush subrayó ayer que “esperamos trabajar con el presidente Uribe para hacer que otros se hagan responsables, si continúan aterrorizando al mundo”. El secretario de Justicia John Ashcroft anunció formalmente el encausamiento de Castaño por la Justicia norteamericana. Además de Castaño, tienen pedido de extradición el comandante militar de las AUC, Salvatore Mancuso, y Juan Carlos Sierra Ramírez. Bajo el nuevo gobierno de línea dura de Uribe, los paramilitares quieren mejorar su imagen e integrarse al proceso político.
En una entrevista a la cadena de televisión RCN, concedida desde algún lugar no identificado del suelo colombiano, Castaño dijo desconocer cuál será la metodología de su entrega y que en ello trabaja en Washington su abogado “para entregarme en Colombia bajo el compromiso de que sea juzgado en Estados Unidos, donde puedo demostrar mi inocencia”. En cuanto a la acusación de Estados Unidos por el tráfico de 17 toneladas de cocaína hacia ese país, Castaño señaló que “mi conciencia está tranquila, yo voy a poner la cara ante la Justicia norteamericana y podré demostrar mi actitud al margen del narcotráfico y quienes sí están inmersos en este delito, destruyendo a las AUC”. “Voy a volver a Colombia después de que aclare mi situación”, aseveró.