EL MUNDO › COMENZO EL JUICIO AL SERBIOBOSNIO ACUSADO DE ORQUESTAR UNA LIMPIEZA ETNICA EN BOSNIA
Ante el juez del Tribunal Penal Internacional de La Haya, el criminal de guerra sacó a relucir un acuerdo secreto de 1996 con el ex diplomático estadounidense Richard Holbrooke para poner fin a la guerra de Bosnia, a cambio de su retirada de la vida pública.
El ex jefe político de los serbiobosnios, Radovan Karadzic, de 63 años, se presentó ayer ante el juez Alphons Orie de traje azul oscuro, camisa blanca, pelo corto peinado hacia atrás y un semblante serio. El presunto criminal de guerra denunció que su arresto fue un “secuestro” marcado por irregularidades” y pidió un plazo antes de declararse culpable o inocente en su primera comparecencia en el TPI, ante el que se defenderá solo. Su próxima audiencia tendrá lugar el 29 de agosto, una vez terminado el plazo de 30 días solicitado.
Apenas se sentó en el banquillo de los acusados, pidió hacer uso del plazo legal de 30 días para declararse culpable o no de los cargos de genocidio, crímenes de guerra y contra la humanidad que le imputa el Tribunal Penal Internacional (TPI) para la ex Yugoslavia por su papel en la guerra de Bosnia (1992-1995). Interrogado sobre la ausencia de abogados a su alrededor, dijo: “Tengo un consejero invisible. He decidido asegurar mi defensa yo mismo, no sólo en mi comparecencia inicial, sino a lo largo de todo el proceso”.
Al inicio de la audiencia, el juez resumió los once cargos que pesan contra Karadzic, que fue durante más de 10 años uno de los prófugos más buscados de Europa, a quien se acusa de haber orquestado una “limpieza étnica” en Bosnia en un conflicto que dejó más de 100.000 muertos y 2,2 millones de desplazados. El acusado tenía derecho a escuchar íntegramente el acta de acusación, pero lo desdeñó, asegurando que no estaba “interesado”. Cuando el juez Orie le preguntó si quería añadir algo más, Karadzic aseguró que fue “secuestrado” por desconocidos antes de ser retenido durante tres días. “Han sido mal informados de la fecha de mi arresto. Hay numerosas irregularidades en lo que concierne a mi relación con esta institución y mi comparecencia aquí. Hay irregularidades en lo que concierne a mi llegada aquí”, declaró Karadzic. La Justicia serbia asegura que su detención se produjo el 21 de julio.
El acusado sacó a relucir además la teoría sostenida por su familia sobre un acuerdo secreto que habría sellado con el ex diplomático estadounidense Richard Holbrooke para poner fin a la guerra de Bosnia a cambio de su retirada de la vida pública. “Mi compromiso era retirarme de la vida pública, incluso de la vida literaria”, indicó Karadzic. “A cambio, Estados Unidos cumpliría con sus obligaciones”, dijo, sin especificar en qué consistían. Karadzic sostuvo que Holbrooke no actuó por cuenta propia sino en nombre del entonces presidente norteamericano Bill Clinton.
La familia de Karadzic ha afirmado repetidas veces que Holbrooke, negociador ante el ex presidente serbio Slobodan Milosevic, había prometido no entregar al ex jefe político de los serbiobosnios al TPI, a cambio de que desapareciera de la esfera pública y política. Florence Hartmann, consejera y portavoz de la ex fiscal del TPI Carla del Ponte, ya había afirmado en una entrevista pasada con la AFP que antes de 1997 los soldados de la OTAN desplegados en Bosnia no hicieron nada para detener a Karadzic, pese a que éste se desplazaba a sus anchas por Pale, capital de la autoproclamada república serbia de Bosnia. “Pasaba por delante de sus ojos para ir de su despacho a su villa”, explicó entonces Hartmann, recalcando que la OTAN disponía en esa época de más de 60.000 hombres en Bosnia-Herzegovina.
Holbrooke negó en una entrevista difundida ayer haber realizado alguna vez un acuerdo con el ex líder serbiobosnio Radovan Karadzic que le habría permitido evitar cargos por crímenes de guerra a cambio de mantener un perfil bajo. Holbrooke, que diseñó el acuerdo de paz de Dayton que terminó con el conflicto bosnio, dijo a CNN que en julio de 1996 obtuvo de Karadzic un compromiso de mantenerse alejado de posturas políticas. “Negocié un acuerdo muy duro. Tuvo que dimitir inmediatamente a sus dos cargos: al de presidente de la parte serbia de Bosnia y al de presidente de su partido. Y lo hizo”, dijo Holbrooke en una entrevista grabada. “Pero cuando desapareció, hizo circular una información errónea sobre el acuerdo, diciendo que no se lo perseguiría si desaparecía”, agregó Holbrooke.
Hasta hoy, ninguno de los procesos llevados a cabo por uno de los fiscales, Alan Tigerél, y sus colegas en relación con los genocidios han sido fructíferos. Este procesamiento será su próximo desafío.
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