El Mercosur se está quedando sin aliados en el gobierno uruguayo. El senador ex tupamaro y posible presidenciable José “Pepe” Mujica defenestró al bloque regional. “Hasta la palabra Mercosur me da fiebre”, dijo el veterano dirigente de izquierda a una radio local. Como su rival en la interna del Frente Amplio (FA), el ministro de Economía Danilo Astori pidió “no darles más pelota” a los vecinos y abrirse al mundo. “Uruguay es un país pequeño, somos como un barrio de San Pablo, pero estamos en una esquina importante”, les recordó a los dos socios más grandes, Brasil y Argentina. La semana pasada el director de Asuntos Económicos de la Cancillería uruguaya, Elbio Rosselli, pidió al Mercosur más flexibilidad para negociar con otros países.

Como Astori, quien anunció su salida del gobierno para el mes próximo, Mujica ya se calzó el traje electoral. “La historia nos puede condenar en una situación de ese tipo, donde nos transformaremos en enemigos de la región de hecho, pero no por maldad del Uruguay sino por ceguera de la región, porque el Uruguay necesita destino”, intentó explicar el martes el senador del Movimiento de Participación Popular (MPP).

Como ya es costumbre en Montevideo, el senador oficialista no fue contundente y pidió salir del bloque regional. Sin embargo, dejó en claro que ni a él, un histórico defensor de la integración sudamericana dentro del FA, le gusta. “Tenemos que abrirnos al mundo y punto. Es un camino que lleva a la complicación, pero por lo menos hay que pensarlo alguna vez. No podemos seguir con una región que no nos da vida”, aseguró.

Este tipo de crítica no es nueva en el gobierno del FA. Sin embargo, normalmente se escuchaba de la boca de Astori o de los funcionarios cercanos al ministro. El año pasado su equipo económico intentó convencer a la bancada oficialista de aprobar un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos. En aquella oportunidad voces de peso se levantaron en contra de las aspiraciones del ministro de Economía, entre ellas el propio Mujica.

Con las declaraciones de esta semana Mujica intenta acercar posiciones a los sectores moderados y de centro del FA, que serán cruciales durante la interna presidencial y que por ahora apoyan a su propio candidato, el técnico alabado por los organismos internacionales de crédito, Astori. Al mismo tiempo, el ex líder tupamaro no descuida a la izquierda, las bases.

Ayer, después de meses de presión de las organizaciones de derechos humanos, Mujica sumó su firma al multitudinario petitorio para derogar la Ley de Caducidad, la amnistía que aún hoy protege a los militares y policías que cometieron crímenes durante la dictadura. La iniciativa va en contra de los deseos del presidente Tabaré Vázquez, pero consiguió el apoyo de la conducción del FA.