La secretaria de Estado, Condoleezza Rice, llegará hoy a Georgia para transmitirle al presidente Mijail Saakashvili la “solidaridad” de Washington. “Es tiempo de poner fin a la crisis en Georgia”, declaró Rice desde Francia, donde hizo escala para consensuar posiciones con el presidente Nicolas Sarkozy, que actuó como mediador en el conflicto armado.

La jefa de la diplomacia estadounidense llegará a Tiflis con una doble misión. Por un lado, le manifestará el apoyo de la Casa Blanca a un aliado que desde el inicio del conflicto reclama ayuda internacional. Y servirá para contrarrestar informes que Washington considera contradictorios y confusos sobre la situación del país caucásico. “Estará de regreso el sábado para informarme. Espero escuchar de primera mano lo que vio y lo que oyó”, dijo el presidente George Bush. Pero también llevará el plan de paz impulsado por Francia para poner fin a la guerra, que ya tendría el visto bueno de Rusia y de Georgia. “Si mañana el presidente Saakashvili firma esos documentos entonces podrá comenzar el retiro de las tropas rusas”, explicó Sarkozy tras recibirla en su residencia veraniega de la Costa Azul.

Después de la reunión con el mandatario galo, Rice recordó que el presidente ruso, Dimitri Medvedev, había prometido terminar las operaciones militares en Georgia. “Esperemos que cumpla su palabra”, dijo. “Georgia, cuya integridad territorial, independencia y soberanía respetamos, debe poder volver a una vida normal”, agregó.