Un fallo del Tribunal Constitucional de Chile declaró ilegal un préstamo con el que el gobierno financia el Transantiago, el sistema de transporte capitalino impulsado por la presidenta Michelle Bachelet. Desde el gobierno enviaron un proyecto de ley al Congreso para asegurar el subsidio, pero se prevé que la iniciativa fracase en el Senado. En la Casa de La Moneda adelantaron que si eso sucede, recurrirán a un fondo de catástrofes previsto en la Constitución, recurso que podría tener un alto costo político.

El tribunal estimó que el préstamo de 400 millones de dólares –entregado en mayo por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID)– es ilegal porque el gobierno no lo solicitó por ley. Según la resolución del organismo, el gobierno deberá restituir al BID los fondos que ya utilizó para financiar el déficit de 50 millones de dólares mensuales que genera el Transantiago.

El proyecto de ley que el gobierno envió al Congreso busca asegurar un subsidio de 400 millones de dólares anuales para el transporte público de todo el país. Aunque la iniciativa ya fue aprobada en Diputados, el trámite en la Cámara alta podría ser desfavorable para Bachelet, porque el oficialismo tiene minoría y la derecha anticipó que votará en contra.

Pero en el oficialismo tienen un recurso de emergencia. “Si la derecha persiste en su actitud obstrucionista, nos veremos obligados a usar el 2 por ciento constitucional”, dijo el ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma, al diario chileno La Nación. Según explicó, con ese fondo el financiamiento para el transporte estará garantizado. El fondo para catástrofes mencionado por Pérez Yoma equivale al 2 por ciento del presupuesto y, hasta ahora, sólo fue usado dos veces, para un terremoto y un temporal en 1984 y 1985, respectivamente.

Analistas chilenos consideran que su utilización supondría un alto costo político para el gobierno. “El uso del 2 por ciento constitucional no tendrá importantes efectos económicos, pero sí obligará al gobierno a reconocer que el Transantiago sigue en crisis”, explicó a la prensa el politólogo Patricio Navia.

El Transantiago fue puesto en marcha en febrero de 2007. El plan cambió todos los recorridos del transporte público de Santiago y fomentó las combinaciones entre autobuses y el Metro pero, según expertos, falló por una deficiente infraestructura vial.