EL MUNDO › UN COCHE BOMBA DE LOS ALIADOS DE BUSH EXPLOTó EN UN CUARTEL DE OSETIA Y MURIERON SIETE SOLDADOS RUSOS
La guerra del Cáucaso habrá terminado, pero el conflicto sigue vivo. Ayer estalló un coche bomba detectado en la frontera. Rusia culpó a Georgia y viceversa. Pero los muertos los puso Moscú, que igual prometió cumplir con su plan de retirada.
Siete soldados rusos fueron muertos ayer en Osetia del Sur. Fue el último de una serie de atentados contra fuerzas rusas y las autoridades osetias. “Lo de hoy (por ayer) prueba que Georgia no abandonó su política de terrorismo de Estado”, denunció el presidente surosetio, Eduard Kokoity. En Georgia, en cambio, las sospechas recayeron sobre Moscú. “Creo que es una provocación que apunta a mantener las fuerzas rusas en Georgia”, aseguró el vocero del Ministerio del Interior georgiano, Shota Utiashvili.
Por su parte, el gobierno de Dmitri Medvedev denunció la mano de Tiflis en el atentado, pero prometió continuar con el plan de retirada acordado con el mandatario francés Nicolas Sarkozy. “Haremos todo en el tiempo establecido”, aseguró el delfín del ex presidente ruso Vladimir Putin.
En Washington ayer hubo silencio de radio. Sin embargo, la escalada bélica en el Cáucaso favorece las chances del candidato del partido de Bush, justamente el principal aliado de los autores del atentado.
Como durante los últimos dos meses, las patrullas militares rusas vigilaban ayer la llamada zona de distensión, que separa el territorio georgiano de los enclaves separatistas de Osetia del Sur y Abjasia. Revisan autos y peatones, y se aseguran de que ningún georgiano sospechoso ingrese al, según ellos, soberano territorio osetio. Una de esas patrullas detuvo por la mañana a dos coches. Les pidieron los documentos; no tenían. Les revisaron el baúl y encontraron un arsenal. Según un comunicado del Ministerio de Defensa ruso, los “observadores militares” los escoltaron hasta una de sus bases en la capital de Osetia del Sur, Tsjinvali. Una vez adentro, requisaron por completo los autos. En el medio del operativo habrían activado por error 20 kilos de explosivos.
Anoche la columna de humo negro seguía avistándose a lo lejos. Seis soldados rusos murieron en la explosión y un séptimo en el hospital, apenas una hora después. Moscú informó que los otros siete que resultaron heridos fueron trasladados de forma inmediata en helicóptero a un hospital en territorio ruso.
El atentado demostró que aunque la guerra terminó hace un mes, el conflicto continúa. Los rusos siguen en territorio georgiano y, aunque prometieron retirarse de la zona de distensión y entregarles el control a los soldados de paz europeos, ya advirtieron que no retirarán los casi ocho mil efectivos que tienen dentro de los dos enclaves separatistas. Moscú reconoció la independencia de ambos territorios y ya firmó acuerdos militares para garantizar su seguridad ante un eventual ataque.
El momento del ataque no podía haber sido peor. Hacía 48 horas la misión de observación de la Unión Europea había logrado desembarcar en Georgia, después de varias advertencias de las fuerzas rusas. Los 350 observadores de la UE, la mayoría policías, deben verificar la retirada de las tropas rusas de esa zona y garantizar el retorno de los refugiados georgianos a sus aldeas, aun las que están adentro del enclave surosetio.
Según el cronograma de retirada que firmaron Medvedev y Sarkozy, el antiguo Ejército Rojo debe retirarse por completo del territorio georgiano para el próximo viernes y dejar en su lugar a los europeos. “En los últimos días vimos cómo los rusos intentaron retrasar la retirada –sostuvo el vocero georgiano, Utiashvili–. Lo de hoy (por el viernes) fue parte de ese esfuerzo.”
El funcionario del gobierno georgiano, un férreo aliado de Wa-shington, puso en duda la versión de Osetia sobre el atentado. “No queda claro por qué los autos fueron escoltados hasta una base si estaban cargados con armas”, advirtió.
Por su parte, el gobierno de la antigua provincia georgiana lanzó una batería de denuncias contra el aliado de Estados Unidos. “Los servicios secretos surosetios cuentan con datos según los cuales los servicios especiales georgianos han preparado 18 vehículos cargados de explosivos para perpetrar atentados terroristas en territorio surosetio y abjasio”, aseguró el Ministerio del Interior del enclave, a través de un comunicado. Incluso se animó a señalar al autor intelectual del atentado. “Se trata de un atentado terrorista intencionado, organizado por el Ministerio de Seguridad georgiano. Es su estilo, lo conocemos bien.”
Hace dos semanas que los surosetios sufren una seguidilla de atentados de baja intensidad. Apenas unas horas antes del estallido del coche bomba en la base rusa, otra bomba había explotado en el distrito de Leningorsk, en la llamada zona de distensión. Dos personas resultaron heridas.
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