EL MUNDO › YA SON MAS DE 125 LOS MUERTOS EN EL ATAQUE TERRORISTA QUE EMPEZO ANTEAYER Y QUE AUN NO SE PUDO SOFOCAR
Mientras tropas hindúes intentaban liberar rehenes en los hoteles de lujo de la capital financiera de la India, crecía la cifra de víctimas fatales. Los ataques fueron muy bien planeados, dicen los expertos.
› Por Andrew Buncombe *
Comandos indios vestidos de negro pelearon sangrientas batallas cuarto por cuarto con los muy bien armados militantes acuartelados en dos lujosos hoteles de Bombay ayer. Intentaban liberar a los rehenes y a los huéspedes atrapados en los hoteles, después de un ataque sin precedentes sobre el centro financiero indio, que mató a por lo menos 125 personas y dejó a más de 300 heridos. Un británico, Andreas Liveras, un millonario con yates de Nottinghamshire que figuraba en la lista de los hombres más ricos del Sunday Times, fue uno de los seis extranjeros muertos. Pero se espera que la cantidad de muertes aumente después de que el equipo del servicio de seguridad indio, conocido como los Gatos Negros, termine de sacar a los hombres armados y tenga acceso a las escenas de la matanza.
Los habitantes de la ciudad se preguntaban quién había causado esta campaña de terror que golpeó a diez lugares alrededor de la ciudad, cuando el primer ministro Monmohan Singh rápidamente señaló al enemigo de larga data, Pakistán, diciendo que seguramente los terroristas habían tenido apoyo de afuera. “Los ataques bien planeados y bien orquestados, probablemente con vínculos externos, tenían la intención de crear un sentido de terror al elegir blancos de alto perfil”, dijo en una emisión televisiva a su sacudida nación. “Es evidente que el grupo que llevó a cabo estos ataques había llegado dispuesto a crear confusión en la capital comercial.”
El equipo de cricket de Inglaterra debía volar de regreso hoy, después de que el partido internacional contra India fue suspendido. Los atacantes extremistas islámicos, armados con rifles de asalto AK47 y llevando bolsas con cargadores extra, granadas y explosivos, estaban resistiendo desesperadamente en las grandes ramblas del Taj Mahal Palace y el Trident-Oberoi. Los incendios seguían en partes de ambos edificios.
Muchas cosas son inciertas sobre los ataques que comenzaron tarde el miércoles por la noche. Lo que se sabe es que unas dos docenas de hombres fuertemente armados, usando camisas y jeans negros y de veintitantos años de edad, estuvieron involucrados en un considerable plan sofisticado. Supuestamente llegaron a la playa en botes de goma cerca de la icónica Puerta de Entrada a la India, se apropiaron de un vehículo y rociaron a los transeúntes con balas, luego corrieron hacia los lujosos hoteles y a la estación de trenes Chhatrapati Shivaji. Un informe decía que existía evidencia de que los hombres habían montados una misión de reconocimiento para preparar los ataques.
Las autoridades indias dijeron que cerca de una docena de atacantes habían muerto y que desde la noche del miércoles, 400 huéspedes habían sido evacuados del hotel Taj y por lo menos 60 del Trident-Oberoi. Lo que sigue siendo incierto es cuántos hay todavía adentro, encerrados en sus habitaciones o mantenidos como rehenes por los restantes terroristas.
El alivio estaba escrito en las caras de todos los que lograron escapar. Marilyn Ernsteen, de Chicago, salió a la calle fuera del Taj, aferrada a un ejemplar de una novela de Nicholas Sparks apropiadamente llamada El Afortunado. “Tenía mucho miedo”, dijo quebrada. Estaba al final de unas vacaciones de tres semanas con su marido, Joseph. El dijo: “Estábamos en nuestra habitación, alrededor de las 11.15, cuando recibimos un llamado telefónico diciendo ‘por favor quédense en su habitación’. Podíamos oír explosiones, muchos disparos. Mantuvimos la puerta cerrada. Esta mañana a eso de las 9 pensé ‘ya tuve suficiente de esto’. Y nos fuimos por la escalera de servicio”.
En el hotel Trident-Oberoi, los disparos se escuchaban intermitentemente y se dijo que hubo una explosión. La policía había acordonado el edificio y los helicópteros lo sobrevolaban. Un ciudadano polaco, que estaba entre los huéspedes que salieron del Oberoi, le dijo a los periodistas que habían visto muchos cadáveres adentro, pero se negó a dar detalles porque le había prometido a la policía no discutir detalles de la operación de rescate.
En el Taj Mahal, de 105 años, el hotel más famoso de India, la policía había tomado posiciones defensivas alrededor del perímetro mientras los comandos buscaban a los terroristas adentro del hotel. La televisión local mostró a los equipos de Gatos Negros abriéndose paso a través de las 800 habitaciones, encendiendo las luces una vez que estaban seguros de que la habitación estaba vacía. Cerca de allí, en el Café Leopold, un lugar muy popular que estuvo entre los primeros sitios atacados, seguía cerrado, su interior con los muebles destrozados era visible detrás de las persianas.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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