La campaña gallega aterrizó este fin de semana en Buenos Aires. El próximo 1º de marzo habrá elecciones generales en esa región española y la presidencia de la Xunta, máximo órgano regional, se pondrá nuevamente en juego. Cada voto cuenta, y, por eso, Emilio Pérez Touriño, actual presidente de la Xunta y candidato del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) trasladó hasta aquí su campaña durante 24 horas en busca de su reelección. “Con los emigrados, el Partido Popular (PP, derecha) estableció lazos de clientelismo. Nosotros trabajamos ampliando derechos de ciudadanía”, afirmó.

Sábado 10.30 AM: el máximo líder gallego recibió a Página/12 en un hotel céntrico. De elegante sport, este socialista de 51 años habla y viste como un político moderno. “Buena parte de la fuerza de Galicia se encuentra aquí. Tenemos que unir fuerzas nuevamente para ganarle al PP. No podemos permitir que Galicia vuelva atrás”, aseguró.

El candidato socialista sabe lo que dice. En el año 2005 desbancó del poder gallego a Manuel Fraga Iribarne, histórico líder franquista y presidente de la Xunta de Galicia desde 1990 al 2005. Tras quince años en el poder, el franquista más importante de España luego de la muerte del dictador se vio desalojado del gobierno por un joven político que se autodefine como “galleguista, federalista y socialdemócrata”. Pero no siempre fue así. Durante la transición democrática en España, Pérez Touriño fue un dirigente estudiantil de izquierda que militó no sólo en el Partido Comunista Español sino también en un grupo llamado Bandera Roja, de tendencia maoísta.

Hoy, aliado con el Bloque Nacionalista Gallego (BNG), gobierna una región de España que en los últimos años vivió un importante crecimiento económico. “Hemos logrado elevar la renta per cápita al nivel promedio de la Unión Europea (UE)”, señaló orgulloso el candidato a la reelección.

El hecho de cruzar el Atlántico para seguir la campaña no es casual. Galicia cuenta con una importante diáspora alrededor del mundo, principalmente en países como Uruguay, Venezuela, y, el más importante, Argentina. De los 335.000 gallegos inscriptos para votar alrededor del mundo, 121.000 se encuentran en nuestro país.

El hombre del PSOE vino para hablar principalmente de los derechos de los emigrados. “El voto es un derecho y está asegurado”, remarcó con ímpetu. “Vamos a impulsar una ley de galleguidad que asegure los derechos de los emigrados, gobierne quien gobierne. Con este instrumento vamos a garantizar derechos de pensión y de ancianidad”, apuntó. Pero no todo remite a los votantes de la tercera edad. “Como hemos hecho a lo largo de estos cuatro años, seguiremos ampliando los cursos de formación y capacitación laboral, así como las becas para venir a Galicia a aprender nuestra cultura, nuestra lengua. Todo ello está y seguirá estando destinado principalmente a los jóvenes, para que se acerquen a sus orígenes y además ayudarles en su inserción laboral.” Si bien admite que con la actual crisis el flujo inmigratorio se desaceleró, advierte que Galicia sigue siendo una tierra que recibe inmigrantes. “Aún somos una tierra de acogida y tendremos que serlo en un futuro si queremos apoyar el crecimiento económico de España.”

Hace unos días, José Luis Rodríguez Zapatero trasmitió a su candidato en tierras gallegas su plena confianza frente a los tiempos que corren. “Con Touriño, Galicia aguantará mejor la crisis, no tengo dudas”, aseguró el presidente de gobierno español en un acto de campaña. No obstante, su principal rival y candidato del PP, Alberto Núñez Feijóo –quien ayer también estuvo en Buenos Aires y tuvo su acto por la tarde en Costa Salguero–, no se cansó durante las últimas semanas de denunciar el desempleo en la región. Touriño lo rebate al tiempo que interpreta las palabras de Zapatero. “Hace cuatro años, con el PP en el poder, el paro (desempleo) era del 11 por ciento. Hoy, en plena crisis mundial, tenemos un 9 por ciento. Nuestro presidente conoce esta realidad, sabe cómo hemos creado y seguiremos creando empleo en Galicia.”

El tiempo apremiaba. Llegado el mediodía del sábado, el candidato partió rumbo a un almuerzo en un hogar de ancianos gallegos a 60 km de la Capital. Por la tarde, tuvo su acto central en la Rural. Allí prometió cobertura sanitaria plena para los emigrados que retornen a Galicia, equiparando sus derechos con los residentes locales. Plaza colmada. Por la noche cenó con amigos. Ayer, luego de desayunar con grupos de la juventud gallega para discutir políticas, recibió a algunos canales de TV. Más tarde, almorzó y voló. De vuelta a Galicia.

Informe: Martín Suaya.