Hugo Chávez ordenó expropiar la planta procesadora de arroz de la transnacional estadounidense Cargill, tras acusarla de no cumplir con las cuotas de producción mínimas de arroz a precio regulado. “Iníciese el proceso expropiatorio a Cargill. Prepárenme el decreto y vamos a expropiar a Cargill ahora mismo”, ordenó el mandatario en medio de un consejo de ministros transmitido por el canal estatal.

El gobierno venezolano anunció que la medida sólo abarca esa rama de negocio de la empresa, sin alcanzar a la producción de otros alimentos. “La nacionalización sólo abarca a la productora de arroz de la empresa. No se verán afectadas sus productoras de aceites, harina, azúcar, café y otros alimentos”, precisó ayer en conferencia de prensa Elías Jaua, ministro de Agricultura y Tierras.

El monto de la indemnización todavía se está discutiendo. “Estamos a la espera de un acuerdo amigable”, deslizó el ministro. Cargill es una multinacional norteamericana que se encuentra presente en decenas de países a nivel mundial. En la Argentina, es una de las principales comercializadoras y exportadoras de alimentos.

La decisión de expropiar la multinacional se dio luego de que el gobierno bolivariano ordenara la intervención hace una semana de todas las empresas procesadoras de arroz del país. Chávez justificó la intervención aduciendo que las empresas no estaban produciendo suficiente cantidad de arroz de tipo básico, y que en su lugar estaban produciendo variedades saborizadas, que no se encuentran reguladas por precios máximos. En esa ocasión, el gobierno había dicho que el objetivo de las empresas era encarecer el producto y desabastecer el mercado interno venezolano.

“Ustedes se están negando a producir las variedades populares, inventando gustos caros para el pueblo venezolano”, había dicho el mandatario.

Tras el anuncio de la medida, el gobierno recalcó que las reservas de arroz son suficientes para alimentar a todo el país y que a partir de ahora se encontraban garantizadas por el gobierno. “El gobierno revolucionario le garantiza a Venezuela una cantidad suficiente de alimentos básicos. Ahora tenemos 300.000 toneladas de arroz almacenadas entre el sector privado y público, lo que garantiza el suministro para cubrir la demanda mensual de 90.000 toneladas durante los próximos tres meses”, detalló Carlos Osorio, superintendente nacional de silos, almacenes y depósitos. “Pasados los tres meses, contaremos con una cosecha de arroz de 350.000 toneladas para proveer al mercado”, señaló el funcionario a la radio estatal.

Al momento de anunciar la medida, el presidente venezolano también advirtió al grupo Polar, mayor productor de alimentos del país, que su destino puede ser similar si no se atiene a las leyes regulatorias dictadas por el gobierno y respeta las cuotas mínimas de arroz básico. “Nosotros podríamos expropiar todas las plantas de la Polar. Señor Mendoza, se lo advierto. Tú no puedes estar más allá de las leyes, Mendoza”, remarcó Chávez, hablándole directamente a Lorenzo Mendoza, presidente de la empresa.

Y es que la empresa Polar había criticado la intervención que mantiene el gobierno a su arrocera y otras más del sector, alegando que era un atropello y que así no estaban permitiendo a su planta producir al máximo. Además, Polar acusó al gobierno de controlar el 50 por ciento del mercado con importaciones extraoficiales y de acosar al sector para responsabilizarlo por el déficit de la producción. Pero Chávez fue aún más claro. “Si dices que es un atropello, te lo voy a hacer completo”, disparó.

Luego de estas declaraciones, el grupo Polar aseguró ayer a través de un comunicado que cumple con todas las leyes y cuotas de producción. “En Alimentos Polar siempre hemos cumplido con las leyes y así lo seguiremos haciendo”, sostuvo al empresa. “Hemos trabajado por Venezuela desde siempre, reinvirtiendo permanentemente en el país y generando bienestar y progreso para todos los venezolanos”, agregó el texto.

En Venezuela la relación no es fácil entre el gobierno y las productoras de alimentos. La inflación en el país caribeño es de las más altas de la región: 30,9 por ciento en el 2008 y entre un 28 y un 35 por ciento previsto para este año, y el gobierno sostiene que buena parte de ese problema, que tiene a los alimentos en el tope de los aumentos, se debe a que las empresas acaparan productos para encarecer el mercado.