Tras consagrarse como el líder absoluto del nuevo partido de la derecha italiana, el Pueblo de la Libertad (PDL), el primer ministro Silvio Berlusconi anunció que buscará reformar la Constitución para incrementar sus poderes. “La solución consiste en crear un nuevo equilibrio de poderes. Necesitamos una nueva arquitectura institucional para crear un Parlamento más rápido y eficaz y un Ejecutivo más poderoso”, explicó Il Cavaliere.

El premier italiano hizo públicas sus intenciones en el cierre del congreso que oficializó a su nuevo partido, una fusión de la derecha con la extrema derecha: a Forza Italia, su formación original, se sumó la Alianza Nacional liderada por el xenófobo declarado Gianfranco Fini.

Berlusconi explicó sus razones para querer reformar la Carta Magna italiana. “Por desgracia, el primer ministro de Italia no tiene los mismos poderes que los de las grandes democracias”, señaló ante sus militantes. “Los poderes son casi inexistentes, falsos, y el gobierno no puede intervenir con prontitud. El Estado es dramáticamente lento. Por eso, el Ejecutivo debe gobernar y el Parlamento debe legislar y controlar”, agregó.

Para reformar la Constitución hacen falta en Italia dos tercios del Parlamento. Sin embargo, el premier ya adelantó que hará los cambios necesarios con o sin el apoyo de la oposición de izquierda, aunque buscó mostrarse dispuesto a discutir sobre sus propuestas. “Si quieren dialogar, seré el primero en alegrarme, porque el país necesita asegurar la gobernabilidad”, afirmó.

No obstante, desde las filas opositoras lo que prima es la desconfianza. Si bien algunos dirigentes coinciden en el diagnóstico de que el sistema político italiano sufre de parálisis regulares, descreen de las intenciones del magnate de medios Silvio Berlusconi.

“Lo que busca Berlusconi es convertirse en un ducetto (un pequeño Mussolini)”, afirmó Antonio Di Pietro, líder del partido Italia de los Valores. “Quiere hacer tabla rasa de la Constitución para convertirse en el patrón de su nueva empresa: Italia”, agregó Di Pietro, ex juez anticorrupción.

Marc Lazar, analista político, explicó los objetivos que persigue Berlusconi con su nuevo partido para reforzar su poder. “Silvio Berlusconi se regaló un superpartido a su servicio para proseguir sin obstrucción su mandato de cinco años, acrecentar su autoridad y eventualmente convertirse en presidente de la República”, declaró. “Es un partido que llegará a un amplio electorado, desde los pequeños artesanos hasta los empresarios pasando por los estratos más populares y asustados por la globalización y la inmigración”, agregó.

El congreso fundacional del PDL ocurre a los quince años de la primera victoria electoral de Berlusconi, en marzo de 1994. “Mucha autocelebración, una enésima apoteosis de Berlusconi pero nada concreto para el país”, denunció Pier Luigi Bersani, responsable del opositor Partido Democrático.