La organización separatista vasca ETA sufrió ayer un nuevo golpe luego de que dos personas sospechadas de ser las cabezas del aparato de inteligencia fueran detenidas en las afueras de París. Según informó el Ministerio del Interior español, se trata de los etarras Javier Arruabarrena Carlos, de 37 años, considerado el máximo responsable del aparato de información de ETA y encargado de suministrar los datos a los comandos para realizar los atentados, y su lugarteniente Ohiana Garmendia Marín, de 32 años, ambos oriundos de Vizcaya. “Esta operación, en la que se trabajó durante mucho tiempo, culmina una semana de éxitos policiales que demuestran que las fuerzas de seguridad están trabajando con gran eficacia para acabar con ETA”, precisó ayer Alfredo Pérez Rubalcaba, titular de la cartera del Interior en Madrid. Ambos etarras, que ya estaban fichados y tenían causas pendientes en España, fueron detenidos en su domicilio en Charenton le Pont, departamento de Van de Marne, en el sudeste de París, y en el momento del arresto estaban desarmados. Las detenciones sucedieron una semana después del asesinato con un coche bomba del jefe de la lucha antiterrorista Eduardo Puelles, la última de las más de 800 víctimas fatales de la ETA en sus cincuenta años de historia.