La directora de la organización pro derechos humanos Memorial en Chechenia, Natalia Estemirova, fue asesinada ayer tras haber sido secuestrada por la mañana al salir de su casa de Grozni. Este mes, Estemirova había acusado a las fuerzas de seguridad chechenas de varios asesinatos.

El cuerpo de Estemirova fue encontrado ayer cerca del pueblo de GaziYurt, en la república de Ingushetia, con heridas de bala en la cabeza y en el pecho. El presidente Dmitri Medvedev reaccionó con indignación a la noticia y ordenó a los investigadores que esclarezcan el crimen. Una portavoz del Kremlin consideró que hay muchos indicios que apuntan a que la activista fue eliminada por su trabajo en defensa de los derechos humanos.

Estemirova, de 50 años, era considerada una comprometida luchadora en la conflictiva Chechenia, al igual que la reportera Anna Politkovskaya, asesinada en 2006. Ambas eran críticas con el Kremlin y escribían regularmente en el diario Novaya Gaseta, de tendencia opositora. Estemirova informó durante la guerra en Chechenia sobre los numerosos crímenes cometidos contra la población civil, en muchos casos con consentimiento del Estado.

La dirigente había denunciado los asesinatos de mujeres y numerosos casos de secuestros y torturas en la convulsionada república rusa, sobre todo por parte de la milicia del presidente checheno, Ramsan Kadyrov, y ayudó a las familias en la búsqueda de desaparecidos.

La historiadora llevaba años recibiendo amenazas por parte de instancias oficiales, según testigos. Incluso el propio presidente Kadyrov había criticado su trabajo, recordó el portavoz de Memorial, Alexander Cherkassov,

La organización, que en 2004 recibió el Premio Nobel Alternativo, estima que la guerra contra los rebeldes islamistas dejó miles de desaparecidos en Chechenia desde los años ’90.

El asesinato de Estemirova demuestra que la realidad en el Cáucaso está muy lejos de la versión oficial, lamentó el presidente del movimiento Por los Derechos Humanos, Lev Ponomaryov.