Apareció en el salón del coqueto hotel con un traje sin corbata, él que no es afecto a la formalidad y que se autodefine “paisano de vocación”. Saludó, sonrió, dio la mano. Era la primera vez que José “Pepe” Mujica se reunía con empresarios argentinos en un almuerzo al que asistió junto a su compañero de fórmula del Frente Amplio, Danilo Astori. Este último, ex ministro de Economía del gobierno de Tabaré Vázquez, se movía con aire familiar.

El presidenciable favorito de Uruguay vino a transmitirles confianza a los hombres de negocios y los instó a que inviertan. “En mi paisito vale la pena invertir, porque hay independencia de poderes y seguridad jurídica y social. Tenemos reglas claras que no son de izquierda o de derecha, se los dice un guerrillero y vegetariano” (se escucharon risas en medio del ruido de cubiertos). El plato principal consistió en medallón de lomo con salsa de Malbec con berenjenas gratinadas. La frutilla del postre de chocolate la dio Mujica al disculparse por sus polémicas declaraciones publicadas en el libro Pepe, coloquios, en el que opina sobre los políticos argentinos, incluyendo los Kirchner. “Perdón si alguien se ofendió, me sacaron de contexto”, dijo con fuertes ademanes. Provocó un sonoro aplauso.

El candidato por el oficialismo uruguayo insistió en que si gana la presidencia el próximo 25 de octubre seguirá con la política económica del actual gobierno de centroizquierda y que para tal fin su compañero Astori es el hombre indicado para el mando. Así lo expuso ayer: “La política económica ha dado resultados: el PBI creció, la crisis de pago fue manejada... no estamos tocando el cielo con las manos pero estamos bien”.

Ante una auditorio encabezado por el titular de la Cámara de Comercio Argentino-Uruguaya, Juan Carlos López Mena, propietario de la empresa Buquebús, Mujica agregó otro factor que favorece las condiciones de Uruguay para recibir inversiones. “La dirigencia sindical es incomprable.” La única central de Uruguay, PIT-CNT, es favorable a la fórmula del Frente Amplio porque, según dicen sus dirigentes, el gobierno puso el acento en mejorar el salario y bajar los índices de pobreza e indigencia.

El ex tupamaro encabeza los sondeos para las elecciones con un 44 por ciento, seguido por el ex mandatario Luis Alberto Lacalle, por el Partido Nacional (o Blanco, 32 por ciento), y Pedro Bordaberry (10 por ciento), por el Partido Colorado.

Y en eso tocó el tema ríspido con Argentina: Botnia. Mujica tuvo palabras en defensa de su país. “La instalación de las papeleras venía del gobierno anterior y la respetamos. No se podía darle la espalda al compromiso, no queríamos ser una república bananera, ¡habíamos dado la palabra!” dijo apoyando las manos en el atril.

En el final, contestó preguntas de los asistentes, como ser que un próximo gobierno no planteará una reforma de la Constitución. Mujica dijo que a título personal él prefiere un sistema parlamentario, pero se ciñe al programa de la coalición a la que pertenece. Su compañero de fórmula habló con Página/12 sobre cómo seducir a los indecisos.

–¿Por qué este evento con empresarios?

–Es un lugar común decir que las relaciones con Argentina son fundamentales para Uruguay. Y que las inversiones y el comercio son la base donde se pueden desarrollar otras cosas.

–¿Fue constructivo el mensaje que dio Mujica pidiendo disculpas?

–Creo que es esencial que lo conozcan a Mujica.

–Ahora la clave son los indecisos, según los ultimos sondeos aumentó el porcentaje.

–En Uruguay es histórico el elector que decide su voto a último momento. Quedan dos semanas hasta la elección y el porcentaje de indecisos va a ir descendiendo. Es una categoría difícil de definir geográficamente ¿dónde están?, por eso tenemos que recorrer todo el país.

–¿Será decisivo el voto de los uruguayos que viajen desde Argentina?

–Estoy seguro de que vamos a ganar. Ese voto puede definir que ganemos en primera vuelta.

–¿Está un poco ausente el presidente Tabaré Vázquez?

–No, no está ausente de la discusión. Ayer hizo una presentación pública sobre el tema de seguridad, que se ha instalado en la campaña. Quería hacerlo como lo hace un presidente que no puede meterse en la campaña: explica lo que se hizo en estos años.

De camino a la salida, Mujica se mostró huidizo con la prensa argentina. Esta cronista le preguntó qué opinaba de que su rival blanco dijera que el suyo era un “pensamiento maoísta”. “Lacalle no sabe nada. Más bien yo soy libertario”, respondió Mujica. Y se fue contento con la reunión en Buenos Aires, “fue muy calurosa, valió la pena”.

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