Si la mejor defensa es el ataque, Silvio Berlusconi convirtió ayer la pérdida de la inmunidad que mantenía paralizados sus procesos judiciales en un nuevo desafío contra sus adversarios políticos. “Expondré a mis acusadores al ridículo y les mostraré a ellos y a los italianos de qué pasta estoy hecho. Seguiremos adelante, incluso con más fuerza”, aseguró ayer el primer ministro italiano. “Hay dos procesos-farsas, absurdos, risibles, que enseñaré a los italianos incluso yendo a la televisión”, afirmó Il Cavaliere en declaraciones a la RAI.

Los dos procesos-farsa a los que se refiere el premier italiano son, en primer lugar, el caso del abogado inglés David Mills y, en segundo lugar, las presuntas irregularidades en la compraventa de derechos televisivos por parte de su grupo Mediaset. Por el primer caso, Mills ya fue condenado a un año y seis meses de cárcel por aceptar un soborno que, según determinó la Justicia, le pagó Berlusconi para que testificara a su favor. En cuanto a Mediaset, el caso involucra testaferros y sociedades que implicarían al primer ministro en casos de evasión fiscal.

Ambas causas se encontraban paralizadas debido, precisamente, a la ley Alfano, derogada el pasado miércoles. Aprobada en julio del 2008 a iniciativa del ministro de Justicia, Angelino Alfano, la ley garantizaba inmunidad frente a la Justicia a los cuatro cargos más altos del Estado: el primer ministro, los presidentes de las dos cámaras del Parlamento y el presidente de la República.

Liquidada la ley por el tribunal, los procesos contra Il Cavaliere podrían reactivarse y obligarlo a declarar. Sin embargo, ello no será fácil. Para sentarse en el banquillo en el caso Mills, el proceso, además de tener que reanudarse de nuevo, tendría que hacerlo con nuevos jueces y, dado que el delito prescribe el próximo mes de marzo, resulta improbable que haya sentencia para entonces. En cuanto al juicio de Mediaset, los delitos que pesan sobre Berlusconi de por sí ya se redujeron y también podrían prescribir en los próximos meses.

Quizá por eso, al día siguiente de una jornada política adversa, Il Cavaliere demostró pura confianza. “El gobierno continúa serenamente, con más ganas si cabe, ya que se considera absolutamente indispensable para la democracia y para el bienestar del país”, señaló Berlusconi.

Más aún, luego de burlarse de los procesos en su contra fue más lejos y cargó contra Giorgio Napolitano, presidente de la República. “El presidente fue elegido por una mayoría de izquierda. Sus raíces políticas son totalmente de izquierda y fue la persona que designó a los jueces de la Corte Constitucional, lo que demuestra de qué parte está.”

Antes de terminar el día, Il Cavaliere fue a un programa televisivo y lanzó una más de las suyas. Temprano, durante el día, la diputada opositora del Partido Democrático (PD), Rosy Bindi, había salido en defensa del presidente Napolitano. A la noche, en la emisión de Porta a Porta, Silvio disparó: “Es más guapa que inteligente”.