El conflicto de Medio Oriente llegó a Brasil. El presidente iraní Mahmud Ahmadinejad llegará en visita oficial al país sudamericano en cuestión de días. Pero Shimon Peres, el mandatario israelí, se le adelantó y ayer se reunió con Luiz Inácio Lula da Silva en Brasilia. Peres le pidió a Lula que ayude para lograr la paz con los palestinos. “Venga, señor presidente, y encienda una luz por la paz en nuestra región”, le dijo. Pero, al mismo tiempo, el veterano líder israelí le preguntó al brasileño cómo era posible conciliar su amistad con Israel y sus vínculos con el régimen de Teherán. En conferencia de prensa conjunta, Lula aceptó el convite y, a su vez, defendió la llegada de Ahmadinejad.

“No tenemos ningún veto para conversar con quien sea, desde que en esa conversación se consiga una palabra que pueda contribuir a construir la paz duradera en el Medio Oriente”, arrancó el mandatario sudamericano. “Es necesario dialogar más y buscar más interlocutores que quieran contribuir a un acuerdo de paz. Esta no se construye si no se conversa con todas las fuerzas, políticas y religiosas, tanto las que quieren paz como las que se oponen a ella”, explicó. Y remató: “De no ser así, convertiremos el proceso de negociación en un grupo de amigos en el que todos coinciden y la paz no será posible jamás”.

Peres se reunió con Lula en el segundo día de una visita de Estado –la primera de un presidente israelí al país sudamericano en cuatro décadas– que comenzó el martes e incluyó un discurso ante el Congreso reunido en sesión extraordinaria conjunta de sus dos cámaras. Ante el pleno de los legisladores, el hombre de Medio Oriente le había pedido a Brasil que condene el terrorismo internacional. “Brasil debe usar su voz clara para manifestarse contra el terrorismo y las amenazas a la integridad del Estado de Israel”, había dicho el jefe de Estado. “Brasil repudia el terrorismo internacional”, fue la respuesta oficial del Legislativo.

Ayer, tras su renión privada de más de dos horas, ambos presidentes firmaron varios acuerdos bilaterales, incluido uno sobre extradición. El tema central del israelí, no obstante, fue el conflicto con los palestinos.

“Usted sabe que no habrá paz sin concesiones políticas”, le espetó Lula. Peres retrucó y afirmó que su país está dispuesto a llegar a un acuerdo con los palestinos a cambio de seguridad. “Estamos listos para una paz imperfecta, antes que una perfecta continuación del derramamiento de sangre y la guerra. La única cosa que pedimos es que los líderes palestinos garanticen la seguridad”, aseguró el octogenario líder.

No obstante, al referirse al tema de las colonias israelíes en el territorio ocupado de Cisjordania, Peres no ocultó las limitaciones de su propuesta. “La oferta negociadora israelí incluye la suspensión de la construcción de nuevos asentamientos, el fin de la financiación para esas construcciones, fin de las confiscaciones de terrenos y el desmantelamiento de los asentamientos considerados ilegales”, precisó. “Pero en los asentamientos ya existentes, será difícil asegurar un congelamiento. En un asentamiento, si una pareja decide casarse, querrá construir su casa. Si hay niños, habrá que tener jardines de infantes. No se puede garantizar que éstos no serán ampliados”, aclaró.

Hoy Peres se trasladará a San Pablo para mantener reuniones con empresarios y mañana estará en Río de Janeiro. Tras su partida, sin embargo, la agenda brasileña sobre Medio Oriente seguirá ocupada. Antes de la llegada de Ahmadinejad el próximo 23 de noviembre, el presidente de la Autoridad Palestina (AP), Mahmud Abbas, pisará suelo brasileño. “El señor Abbas visitará Brasil el día 20 de noviembre. Los detalles de la agenda e incluso la ciudad donde tendrá lugar la visita todavía se están ultimando”, anunció ayer Celso Amorim, canciller brasileño.

Pero Amorim, además, confirmó uno de los temas que serán debatidos con el líder palestino. De acuerdo con el jefe de la diplomacia brasileña, el presidente Lula intentará convencer a Abbas de que se presente a la reelección en las próximas elecciones en enero del 2010.

Hace tan sólo algunos días, Abbas había dicho que no buscaría otro período al frente de la AP debido a la falta de resultados con los israelíes y a la intransigencia del movimiento islamista Hamas. “Brasil está interesado en la estabilidad de Medio Oriente y por eso apoya la reelección del presidente de la AP”, explicitó Amorim.