La liberación del soldado israelí Gilad Shalit, secuestrado por el movimiento fundamentalista palestino Hamas hace más de tres años, podría producirse en los próximos días. “No hay duda alguna de que existen verdaderos progresos en la cuestión de Guilad Shalit, pero los detalles deben permanecer en secreto”, afirmó ayer el presidente israelí, Shimon Peres, antes de retornar a Tel Aviv desde El Cairo, donde se reunió con el mandatario local, Hosni Mubarak. Mientras Peres hablaba, su ejército bombardeaba Gaza en represalia al lanzamiento de cohetes por parte de Hamas, hiriendo al menos siete palestinos.

El clima de secreto en torno de la posible puesta en libertad del soldado fue reforzado, a su vez, por el jefe del Ejército israelí, el general Gabi Ashkenazi. “Nuestra obligación para con un soldado que ha sido secuestrado es traerlo de vuelta a casa, pero prefiero dejar los esfuerzos detrás de las bambalinas. Todas las informaciones en los medios no ayudan a resolver el problema”, señaló el militar en conferencia de prensa.

Pero a pesar del hermetismo del gobierno de Tel Aviv, voceros del propio movimiento islamista Hamas deslizaron que la operación podría llevarse a cabo el próximo viernes 27 de noviembre. “Dios mediante, un acuerdo para la liberación del soldado Shalit podría ser alcanzado el próximo viernes. Espero que ello sea posible”, aseguró ayer Ayma Taha, vocero de Hamas, en declaraciones al diario israelí Haaretz. De concretarse ese día, la liberación coincidiría, según el calendario musulmán, con la celebración de Eid al-Adha, o “Fiesta del Sacrificio”.

A cambio de Shalit, la cúpula de Hamas exige la liberación de cientos de palestinos encarcelados en prisiones israelíes. Y, según Haaretz, hoy mismo estaría dirigiéndose hacia El Cairo una delegación del movimiento palestino para evaluar una nueva lista de prisioneros que el gobierno israelí estaría dispuesto a liberar. Shalit fue capturado por milicianos luego de que éstos lanzaran un ataque contra una base militar israelí situada en las cercanías de la frontera con la franja de Gaza en junio de 2006.