Mar 01.12.2009

EL MUNDO  › OBAMA DISPONíA ENVIAR NUEVAS TROPAS A AFGANISTáN. INGLATERRA TAMBIéN

Más soldados a la guerra

En un discurso que Obama daba desde West Point, al cierre de esta edición, trataba de convencer a la población norteamericana de que la guerra de Afganistán tiene fecha de terminación para los Estados Unidos.

› Por Rupert Cornwell *

Con su presidencia en una coyuntura crítica, Barack Obama intentaba convencer anoche a los estadounidenses de que tiene una estrategia creíble para reducir el compromiso de Estados Unidos en Afganistán y entregar gradualmente el mando de la guerra al gobierno de Kabul. Por su parte, Gran Bretaña confirmó que enviará 500 soldados más.

En un discurso en West Point, se disponía a anunciar que está mandando 30.000 o más efectivos estadounidenses adicionales para luchar en un conflicto que ya tiene ocho años de duración. Aún más importante, trataba de explicar en qué forma esta escalada de una guerra cada vez más impopular llevará a un fin exitoso. Los funcionarios de la Casa Blanca dijeron que lo más importante para Obama es dejar en claro que Afganistán, donde están desplegados actualmente 60.000 soldados estadounidenses y 40.000 extranjeros, no es una aventura con final abierto y que dentro de un lapso medible, cuando alcance la mayoría de sus objetivos, se iría. El general Stanley McChrystal, el comandante de Estados Unidos en Afganistán, le dijo a una delegación de congresistas que estaba de visita, que una retirada de las tropas estadounidenses comenzaría en 2013, mientras que el vocero de Obama dijo que todas las fuerzas de combate de Estados Unidos se retirarían en ocho o nueve años.

Es probable que el mismo presidente no sea tan preciso, pero los analistas dicen que debe exponer una estrategia de retirada clara y convincente. Obama emitió las primeras órdenes para implementarlas en una reunión imprevista e inusual en la Oficina Oval el domingo a la noche. Asistieron el secretario de Defensa, Robert Gates; el general David Petraeus, jefe del Comando Central de Estados Unidos, y el asesor nacional de Seguridad del presidente, general Jim Jones. Inmediatamente después, Obama habló por teleconferencia con el general McChrystal, cuyo pedido de 40.000 soldados de refuerzo, en agosto, dio pie a esta trabajosa revisión de la política.

También habló con Karl Eikenberry, el embajador en Kabul, que en cierto momento estaba aconsejando no enviar más tropas estadounidenses hasta que el gobierno afgano de Hamid Darzai no barriera la corrupción de sus rangos. Y ayer, Obama estaba contactando a los líderes aliados clave, incluyendo a Gordon Brown, al presidente francés, Nicolas Sarkozy, y al primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, para redondear los compromisos para un mínimo de 5000 soldados que Washington está tratando de lograr de sus socios de la OTAN, algunos de ellos enfrentados a una opinión pública aún más hostil a la guerra que en Estados Unidos.

El primer ministro británico, Gordon Brown, confirmó ayer que Gran Bretaña enviará 500 soldados más a Afganistán a comienzos de diciembre, lo que aumentará su contingente en el convulso país asiático a más de 10.000 hombres. Brown recordó que el secretario general de la ONU, Anders Fogh Rasmussen, dijo que otros ocho países ofrecieron efectivos adicionales, entre los que se cuenta Polonia, con 300 soldados más, y que otros países podrían seguir el mismo camino.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

Traducción: Celita Doyhambéhère.

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