Desde Santiago

La candidatura de Eduardo Frei de a poco va ganando en confianza, adhesión y popularidad. La impronta de la popular presidenta Michelle Bachelet es un gran sostén, tal como se aprecia en las conversaciones en el café, los microbuses y las distintas entidades que se han sumado públicamente al aspirante que representa al sector progresista chileno.

En este escenario, ayer el presidente de la Mesa Ampliada de los Evangélicos, obispo Emiliano Soto, llamó a sus fieles a “votar en conciencia” e instó a apoyar al candidato que “representa la continuidad del gobierno de Michelle Bachelet, pues para nosotros el continuador en todas las reivindicaciones del mundo evengélico es Eduardo Frei”.

El compromiso se selló con más de cien pastores, obispos, feligreses de la iglesia evangélica como testigos, los que dejaron claro su respaldo a Frei, principalmente por los avances logrados en los veinte años en que la Concertación ha gobernado el país.

De hecho, Soto recordó que hace un año la Ley de Culto –promulgada por Eduardo Frei en su anterior período como presidente de Chile (1994-2000)– cumplió una década y valoró la iniciativa de Bachelet, que incorporó capellanes nacionales en las instituciones de las fuerzas armadas.

Pero el obispo fue más allá al declarase inquieto por el poder e influencia que en Chile han ido ganando grupos conservadores. “Nos preocupa la acción de grupos como el Opus Dei o Legionarios de Cristo, entre otros, estratégicamente preparados para influir en la vida política nacional y en otras áreas de desarrollo del país”, dijo Soto, apuntando a sectores que respaldan al multimillonario candidato de derecha, Sebastián Piñera.

Dos meses atrás, Emiliano Soto había sostenido que los líderes evangélicos votarían nulo en primera vuelta, molestos por los guiños de los candidatos presidenciales a los gays.

Enterado de este giro, Frei agradeció el respaldo, comprometió incrementar la presencia evangélica en los hospitales, cárceles y capellanías y aseguró que profundizará los logros alcanzados desde que se promulgó la Ley de Culto.

Según datos oficiales, existen tres millones de evangélicos en Chile, casi un quinto de la población, de los cuales un millón trescientos mil tiene derecho a voto. Con todo, el presidente del partido de extrema derecha Unión Demócrata Independiente (UDI), Juan Antonio Coloma, dijo que el tema no lo preocupa, pues está confiado en que muchos evangélicos votarán por Piñera.

Estas declaraciones se dan en un nuevo teatro de operaciones políticas en Chile, luego de que el lunes comenzaron las nuevas tandas publicitarias de los candidatos. Ahí, la franja televisiva de Frei sacó chispas en el comando de Piñera, luego que se le enrostrara el poder económico que posee.

Acusado en primera vuelta de ser aburrido y pacato, los creadores de los spots de Frei se arriesgaron con sketches más entretenidos, como la parodia de una tarjeta de crédito donde una voz en off va enunciando muchos objetos de lujo que se pueden comprar y donde al final muestra una banda presidencial acompañada de la frase “hay cosas que el dinero no puede comprar, para todo lo demás use Tatán Card”.

La alusión molestó en demasía al empresario, que calificó la propaganda como “campaña sucia” y una falta de respeto para con “una inmensa mayoría de chilenos que ha optado y se la está jugando por el cambio, el futuro y la esperanza y les falta el respeto porque está insinuando que se están vendiendo”.

Lo cierto es que el nuevo período de la franja electoral de Eduardo Frei fue celebrado por sus adherentes, ya que se priorizó un claro mensaje de renovación en boca de los ex ministros voceros de gobierno Ricardo Lagos Weber y Carolina Tohá y el alcalde de la comuna de Peñalolén, Claudio Orrego, todos jóvenes concertacionistas, quienes no dudaron en remarcar la inconveniencia de “mezclar la política con los negocios”.