Luego de más de tres meses, un supuesto grupo guerrillero autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) liberó a Fidel Zavala, uno de los principales ganaderos de Paraguay. Los secuestradores abandonaron al empresario cerca del retiro de Santo Domingo, a diez kilómetros del departamento de Concepción, en buen estado de salud. Tras conocerse la noticia, el presidente Fernando Lugo prometió mano dura contra los criminales responsables del hecho y anunció nuevas acciones militares para asegurar su captura.

Zavala volvió a su casa tras 94 días de cautiverio. “Viví un vía crucis –dijo el ganadero en sus primeras declaraciones a la prensa–. Pero estamos firmes. Tenemos que seguir adelante, tenemos que cambiar los rumbos del país”, afirmó. El hacendado se mostró cansado, pero agradecido. “Gracias a la ciudadanía que nos apoyó, a toda la gente que fue solidaria, a quienes estuvieron presente con todas sus manifestaciones y opiniones”, expresó Zavala. mientras que extendió su gratitud al ministro del Interior, Rafael Filizzola ,y al gobernador del departamento de Concepción, Emilio Pavón.

Aunque no hubo información oficial sobre si se pagó rescate, algunos medios locales señalaron que se habrían pagado 550 mil dólares por la liberación. Lo que, en cambio, sí se sabe es que la semana pasada la familia del ganadero tuvo que regalar, por exigencia del EPP, 12.000 kilos de carne vacuna a las comunidades indígenas de los departamentos de Concepción, Redención y Boquerón, hecho que fue repudiado por algunas autoridades paraguayas, que lo calificaron de “tolerancia a la extorsión”. Ante la noticia, las palabras del presidente Lugo no se hicieron esperar. “Nos alegramos en primer lugar por los Zavala, por Fidel, su señora, sus hijos, sus hermanos, por esa familia que ya forma parte, integrante visible de esta gran familia paraguaya”, celebró el mandatario.

No obstante, el presidente hizo lugar a la autocrítica y dejó en claro que aunque se “cumplió con el objetivo”, esta liberación no puede ser considerada un triunfo pleno hasta tanto se capture a los secuestradores. El ex obispo fue categórico. “Este gobierno ha sido, es y será inflexible con el crimen. Creemos y estamos convencidos de que este trabajo de recuperación con vida se ha cumplido, primero por la seriedad con que se ha hecho este trabajo y segundo, porque creemos que todos hemos cooperado”, señaló. El mandatario anunció también refuerzos militares y policiales en el norte de Paraguay para dar con los responsables. “La pesadilla del secuestro debe terminar. Comenzaremos a trabajar de inmediato para que estos delincuentes sean juzgados y encerrados. Este gobierno no va a descansar hasta devolverle a la ciudadanía la seguridad y la auténtica paz que se merece”, remarcó el presidente Lugo.

El Partido Colorado, principal opositor, aprovechó la ocasión para cuestionar el rol del gobierno de centroizquierda, al que acusa de inacción y hasta vincula con el grupo guerrillero. En su documento, los colorados señalaron que “la liberación de Zavala se debió no a la eficacia de los organismos de seguridad del Estado, sino al cumplimiento de las exigencias de los terroristas”.

La investigación del secuestro entra en una nueva fase ahora que todos los esfuerzos se orientan a ubicar y detener a los responsables, presuntamente integrantes de la guerrilla de base campesina autodenominada EPP. Según informó el diario ABC de Paraguay, fuentes anónimas de la investigación afirmaron que posiblemente los captores huyeron del país con destino a Brasil o Bolivia, razón por la cual se espera que el gobierno anuncie un pedido de captura nacional e internacional. Entretanto, el viceministro del Interior, Carmelo Caballero, anunció ayer una recompensa cercana a los 100 mil dólares a quien brinde información sobre el paradero de los secuestradores.