El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, recibirá hoy las cartas credenciales del nuevo embajador de Estados Unidos en Brasil, Thomas Shannon, ex secretario adjunto para América latina durante la presidencia de George W. Bush. Según informó la Agencia de Noticias Brasil, se espera que el mandatario analice junto al diplomático la posibilidad de una visita oficial de Barack Obama al país, con el objetivo de estrechar relaciones firmando acuerdos de cooperación comercial, biocombustibles y concretando inversiones. También, de limar asperezas.

La asunción de Shannon como jefe de la misión diplomática en Brasilia es el primer paso para concretar ese encuentro entre Da Silva y Obama. Luego de que el Senado norteamericano aprobara su nombramiento en diciembre pasado, demorado por los republicanos que se opusieron al entonces apoyo de la administración Obama al derrocado presidente hondureño Manuel Zelaya. La otra confirmación trabada por el mismo asunto era la del sucesor de Shannon como secretario adjunto de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental: Arturo Valenzuela. Ambas confirmaciones llegaron luego que Washington legitimara las elecciones en el país centroamericano.

En la reunión de hoy, el líder del Partido de los Trabajadores (PT) y el diplomático no sólo discutirán la visita oficial, sino que tratarán otros asuntos de la agenda bilateral, entre ellos la tragedia de Haití. Luego del encuentro Shannon comenzará a trabajar en la agenda del viaje de la secretaria de Estado, Hillary Clinton, quien se espera se reúna con su colega, el canciller Celso Amorim. Al mismo tiempo, las cancillerías de ambos países comenzaron a trabajar en la organización de un encuentro entre los mandatarios, algo que Lula desea fervientemente.

Tan sólo unos meses atrás, Arturo Valenzuela era recibido en Brasilia por Marco Aurelio García, asesor internacional de Lula. Por ese entonces, los funcionarios analizaron varios puntos conflictivos de la actualidad latinoamericana. La presencia de tropas norteamericanas en 7 bases colombianas y el llamado a elecciones tras el golpe de Estado en Honduras marcaron la agenda.