El comando alemán recibió dos malas noticias en Afganistán. Primero, tres de sus soldados murieron en enfrentamientos con los talibán el viernes a la tarde. Unas horas después, otro de sus contingentes mató por error a por lo menos cinco soldados afganos en el norte del país. Los militares afganos fueron atacados por las fuerzas de la OTAN cuando se dirigían en coche a la capital de Kunduz, relató ayer el gobernador de la región, Mohammad Omar. “Los soldados alemanes abrieron fuego contra un vehículo del ejército afgano y mataron a seis soldados”, denunció. El ejército alemán por ahora sólo confirmó la muerte de cinco soldados. Periodistas extranjeros también informaron sobre seis víctimas afganas.

Según el comando central del contingente alemán en Afganistán, dos vehículos civiles se aproximaron en la noche del viernes al lugar donde hacían guardia los militares alemanes. Como no detuvieron la marcha cuando se les ordenó, un tanque disparó contra uno de los vehículos. Recién después de abrir fuego se dieron cuenta de que se trataba de autos civiles del ejército afgano. Anoche la canciller alemana Angela Merkel llamó a su par afgano, Hamid Karsai, para expresarle sus condolencias y prometerle una exhaustiva investigación.

Mientras tanto, el gobernador de la provincia de Kunduz pidió una mejor coordinación de la misión militar en la zona. “En el futuro las fuerzas de seguridad deben ser más cuidadosas y debe haber más coordinación en este tipo de operaciones entre ambas partes”, reclamó Omar. El enojo del funcionario afgano no es injustificado. En septiembre de 2009 el ejército alemán se había visto envuelto en un episodio similar.

Uno de sus aviones había bombardeado dos camiones cisterna en Kunduz, que había sido secuestrado por los talibán. Los alemanes lo atacaron, aun cuando los insurgentes estaban regalando agua a los civiles de la zona. Más de 140 personas murieron por las explosiones de las bombas, la mayoría eran civiles.

El ataque de ayer ocurrió cuando los soldados alemanes salían del campamento en Kunduz, para sustituir a las fuerzas que habían participado en el combate contra insurgentes talibán que horas antes había costado la vida a tres militares alemanes.

Los tres soldados cayeron en un ataque cerca de la localidad de Eisakhel, en el que participaron unos cien insurgentes en el conflictivo distrito de Char Darah, al suroeste de Kunduz. Según el jefe del distrito, Abdul Wahid Omarchel, al menos un comandante talibán resultó herido en los enfrentamientos que duraron varias horas.

Los cuerpos de los militares fallecidos serán trasladados hoy a Alemania. Estarán acompañados por el ministro de Desarrollo alemán, Dirk Niebel, que se encontraba en viaje oficial en la región. Con las tres nuevas bajas se eleva a 39 el número de soldados de ese país muertos desde el comienzo de la misión en Afganistán a comienzos de 2002. El gobierno de Merkel mantiene 4300 soldados en el norte del país asiático.