EL MUNDO › EL TEXTO RECOGIO LAS DENUNCIAS PRESENTADAS EN AMERICA LATINA
En el informe anual difundido ayer, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos volvió a cuestionar la violencia paramilitar en Colombia e incluyó a Honduras tras el golpe de Estado. También a Venezuela, Cuba y Haití.
Colombia, Honduras, Haití, Cuba y Venezuela están en la lista negra de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Ayer, el organismo de la OEA presentó su informe anual en la sede central, en Washington. El texto recogió las denuncias presentadas a lo largo del continente y detalló los casos que considera más extremos. “Entre enero y agosto de 2009 se habrían producido 10.737 homicidios. Asimismo, durante el mismo período se habrían producido 20 casos de masacres con 102 víctimas”, alertó la CIDH sobre la situación en Colombia, país que ya lleva más de cinco décadas de guerra interna. Los otros cuatro casos no sufren ese nivel de violencia pero, según la comisión, no cumplen los requisitos básicos de libertad de expresión, independencia y separación de los poderes del Estado, y abusan de la represión de las fuerzas de seguridad.
Honduras no aparecía en años anteriores en el notorio grupo de países que son seguidos de cerca por la CIDH. Sin embargo, el golpe de Estado que derrocó al ex presidente Manuel Zelaya, el 28 de junio pasado, cambió drásticamente la situación interna del pequeño y empobrecido país centroamericano. La comisión tomó la decisión de incluirlo en base a la visita que realizaron sus miembros en Tegucigalpa en agosto pasado. En aquel informe, los diplomáticos denunciaron que la dictadura de Roberto Micheletti había suspendido los derechos políticos y civiles de la población, acosaba a sus detractores, censuraba a los medios opositores y reprimía cualquier manifestación pública, dejando un tendal de muertos y heridos.
Colombia, en cambio, es un viejo miembro de la lista de la CIDH. En el informe anual difundido ayer, la OEA volvió a cuestionar la violencia paramilitar, un fenómeno que según el gobierno de Alvaro Uribe fue erradicado en 2006 tras la desmovilización de 30 mil combatientes. Sin embargo, la CIDH aseguró que existen evidencias para, al menos, ponerlo en duda. “Existen interrogantes sobre en qué medida los miembros de estos grupos pueden haber pertenecido a bloques desmovilizados y si efectivamente se desmovilizaron antes de plegarse o crear otros grupos ilegales”, advirtió el informe.
En la sección sobre Colombia, la comisión también criticó al Departamento de Justicia norteamericano por no colaborar con sus pares colombianos para que los líderes paramilitares extraditados puedan seguir declarando en los casos abiertos en los tribunales colombianos.
En los casos de Venezuela y Cuba, la CIDH sostiene que esos gobiernos monopolizan el poder público, coartan la independencia de la Justicia frente al Ejecutivo y fomentan el acoso constante a los dirigentes de la oposición. Entre los ejemplos destacaron uno de la isla: la detención y condena de Alberto Santiago Duy Bouchet Hernández, director de la agencia de prensa Habana Press.
“Según la información recibida (la OEA no visita Cuba desde que el país fue suspendido en 1962), Duy Bouchet Hernández habría sido detenido en represalia por su trabajo, aunque no se hicieron públicas las acusaciones que se le imputaron. Fue sometido a un juicio sumarísimo y sentenciado a tres años de cárcel (...). La sentencia fue apelada y está pendiente de resolución”, relató la CIDH.
El informe completo puede leerse en la página web de la CIDH e incluye un apartado sobre libertad de expresión en la región. En esa sección, la Relatoría recordó que 13 periodistas fueron asesinados en el continente, presuntamente en represalia por sus trabajos. Según el seguimiento de la OEA, en la mayoría de los casos las investigaciones policiales y judiciales no avanzaron.
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