Después de arduas negociaciones con la oposición y sus propios aliados, el presidente chileno, Sebastián Piñera, presentó su plan de recaudación para poder lanzar la tan esperada reconstrucción. El proyecto final incluye algunos reclamos de la Concertación y redujo drásticamente la cifra inicial, de 30 mil millones de dólares, que había barajado el empresario devenido en mandatario. “El daño total del terremoto significó para el sector público 9300 millones de dólares, pero no vamos a reconstruir de la misma forma de antes, sino que con mayor eficiencia. El costo total de la inversión en los próximos cuatro años por parte del Estado representa 8431 millones de dólares”, anunció.

El lugar elegido para el acto fue Concepción, la capital de la región del Bío Bío, la zona más afectada por el terremoto que devastó parte del país y dejó más de 500 muertos el 27 de febrero pasado. En su primer mes de gobierno, Piñera lanzó algunas iniciativas y proyectos de reconstrucción, pero todos eran parciales, sólo cubrían una pequeña porción del problema. El mandatario no conseguía construir un consenso que incluyera a la oposición para un plan más global. Mientras su coalición de centroderecha pregonaba un recorte presupuestario, la Concertación argumentaba que no era necesario un ajuste. Proponían utilizar las reservas, los ingresos extra por el aumento del precio internacional del cobre, aumentar los impuestos a los que más tienen y, de ser necesario, pedir préstamos razonables o emitir bonos en el exterior.

El anuncio de ayer demostró que Piñera aceptó algunas de las propuestas de la Concertación. “Vamos a recurrir a un aumento en los impuestos de aquellos sectores que tienen más para poder ayudar a aquellos sectores que tienen menos”, aseguró Piñera. La medida principal será un aumento transitorio de tres puntos en el impuesto de primera categoría de las empresas durante 2011 y de un punto y medio durante el año siguiente. En total, significará una recaudación extra de 260 millones de dólares. El mandatario destacó que las pymes no sufrirán el aumento y en el caso de contratar más empleados hasta recibirán una exención tributaria.

El otro cambio se realizará sobre el impuesto inmobiliario de las propiedades de mayor valor fiscal. Sólo por este año aumentará del 0,25 por ciento al 5 por ciento. “Esto no toca ni afecta a ninguna familia de clase media ni vulnerable”, enfatizó el presidente.

Además de los particulares, el plan de Piñera se sustenta en el otro gran contribuidor, las grandes empresas. El mandatario adelantó que se aumentará el impuesto al tabaco del 60 por ciento al 67, obteniendo un ingreso extra de 990 millones de dólares. El otro incremento será en el sector minero. “En estos momentos de adversidad la minería hará un aporte adicional al financiamiento de nuestro plan de reconstrucción con un cambio en la tributación del royalty minero”, explicó. Según sus cálculos, el cambio representará otros 700 millones de dólares.

“Cada uno de nosotros va a tener que ponerle el hombro a esta tarea de reconstruir Chile”, concluyó Piñera, en un mensaje que estuvo dirigido tanto a los empresarios como a la oposición. Luego de detallar todas las medidas, el mandatario les pidió a los legisladores de la Concertación que apoyen el proyecto de la Ley de Donaciones que el Ejecutivo envió hace diez días al Congreso.

Dirigentes de la coalición de centroizquierda ya adelantaron que no apoyarán el proyecto, si sólo sirve para que las empresas sigan consiguiendo mayores y mejores exenciones tributarias. Piñera, en cambio, lo defendió ayer diciendo que es la forma más eficaz para que los empresarios se involucren con las obras de la reconstrucción.

Más allá del debate abierto sobre ese proyecto de ley, el resto del plan no provocó grandes reacciones adversas en la oposición. Sin embargo, uno de sus puntos podría generar discordia en el Congreso. Sin dar muchos detalles, Piñera deslizó que también se servirá de la venta de algunos activos “prescindibles” del Estado. No dijo cuáles. Pero los medios locales ayer barajaban dos opciones: la participación de Codelco en la eléctrica Edelnor, donde posee un 40 por ciento, valuado en 875 millones de dólares, y el 35 por ciento que el Estado tiene en Aguas Andinas, equivalente a 816 millones de dólares.

Los 8400 millones de dólares totales no serán fáciles de juntar y menos aún si Piñera quiere conservar sus promesas de campaña. “Vamos a cumplir el programa de gobierno que planteamos al país en la campaña”, repitió ayer, convencido. Ese programa significa, además del gasto extra, conseguir un crecimiento extra del PBI del seis por ciento anual y la generación de un millón de puestos de trabajo en los cuatro años de su gestión presidencial.