El presidente estadounidense George W. Bush pidió ayer en su espacio radial que sus compatriotas recuerden en sus plegarias navideñas a los soldados que se encuentran en el exterior protegiendo a los norteamericanos “de un grave peligro” –Irak–. Bush insistió en el desarme de ese país como parte de la campaña contra el terrorismo que Estados Unidos empezó en Afganistán el 7 de octubre de 2001. Estados Unidos suministrará desde este fin de semana a los expertos de la ONU informaciones de inteligencia sobre los presuntos sitios donde Irak almacena armas de destrucción masiva, según confirmaron fuentes del gobierno –tras sopesar la conveniencia de facilitar nueva y mayor información confidencial a los inspectores de desarme–. Esta información llegó al día siguiente de que el jefe de los expertos de la ONU, Hans Blix, reprochara a Washington por no brindar esos datos. La Casa Blanca parece haber tomado la decisión con el fin de fortalecer las tareas de los inspectores y, por sobre todo, probar que “Bagdad miente”.