EL MUNDO › DAVID CAMERON FORMó GOBIERNO CON UNA ALIANZA ENTRE SUS “TORIES” Y LOS LIBERAL DEMóCRATAS DE CLEGG
El líder tory de 43 años es el primer ministro más joven desde que asumió Lord Liberpool en 1812. Después de una larga espera tras la elección del jueves pasado, Cameron finalmente pudo llegar al Palacio de Buckingham anoche.
› Por Andrew Grice *
David Cameron se convirtió ayer en el primer ministro más joven de Gran Bretaña de los últimos 200 años. Fue un día dramático como pocos en Westminster que terminó con la formación de una coalición de gobierno conservadora-liberal demócrata. Ese tipo de alianza no se veía en el país europeo desde la Segunda Guerra Mundial. El gabinete de Cameron incluirá dirigentes liberal demócratas, entre ellos el líder del partido Nick Clegg y su número dos, Vince Cable.
El nuevo premier fue formalmente nombrado por la reina justo minutos después de que Gordon Brown se encontrara con ella para presentarle su renuncia. El ahora ex mandatario tomó la decisión de ir al palacio real luego de que la televisión local informara que las negociaciones entre el laborismo y los liberal demócratas para formar una coalición de gobierno habían fracasado. Con un discurso moderado y sin mencionar a su rival y sucesor, Brown le bajó la cortina a 13 años de reinado laborista.
El líder tory de 43 años es el primer ministro más joven desde que asumió Lord Liberpool en 1812. Tiene seis meses menos que Tony Blair, cuando tomó posesión en Downing Street en 1997. Después de una larga espera tras de la elección del jueves pasado, Cameron finalmente pudo llegar al Palacio de Buckingham anoche.
Luego habló frente al número 10 de Downing Street, la tradicional sede del gobierno británico. Dijo que una “coalición hecha y derecha” entre los tories y los liberal demócratas traerán “el gobierno estable, decente y fuerte que el país tanto necesita”. Reconoció que no será un trabajo fácil y que la coalición deberá sortear todo tipo de desafíos. Sin embargo, prometió que el gobierno se construirá sobre los principios de justicia y responsabilidad.
“Nick Clegg y yo somos dos líderes políticos que quieren poner a un lado sus diferencias partidarias y trabajar duro en pos del bien común y el interés nacional. Creo que éste es el mejor camino para conseguir el gobierno fuerte que necesitamos, el gobierno con iniciativa que necesitamos hoy”, aseguró Cameron.
El acuerdo negociado entre los tories y los liberal demócratas, formalmente presentado a las bancadas de sendos partidos después que Cameron asumió como premier no se conoce aún. Sin embargo, se estima que incluye algún tipo de avance hacia la propuesta presentada por los liberal demócratas para aumentar el umbral impositivo a casi 15 mil dólares para el impuesto a las ganancias. Además se cree que los tories guardarán por un tiempo sus planes para reducir el impuesto a la herencia y suspender las ayudas tributarias para los matrimonios, una decisión que podría provocar mucha tensión entre los torys más tradicionalistas.
El programa conjunto de gobierno también incluiría un compromiso para quedarse un término de cuatro años, una demanda central de los demócratas, que le reclamaban a Cameron que entregue el poder después de ese período y llame a elecciones generales.
El de ayer no fue un traspaso de mando usual. A la tarde Brown rompió el protocolo y sorprendió al ir al palacio real. Se presentó ante la reina con su renuncia, aun cuando las negociaciones entre los tories y los liberal demócratas no habían concluido. Era su última arma de presión. La ley inglesa establece que no puede haber un vacío de poder; cuando un premier renuncia, otro debe asumir de inmediato, aun si no tiene una mayoría contundente.
Intentó poner a sus rivales entre la espada y la pared, pero ya era demasiado tarde. Los tories dejaron saber que estaban a punto de cerrar un acuerdo con el partido de Clegg, al mismo tiempo que los medios comenzaron a filtrar que las esperanzas de una coalición de centroizquierda entre laboristas y liberal-demócratas habían desaparecido.
Fuentes de la dirección laborista acusaron a Clegg de haber querido un acuerdo con los torys desde el principio. Según su interpretación, el líder liberal demócrata sólo se sentó a hablar con Brown para cuidarse la espalda, ya que el lunes varios de sus diputados habían dicho públicamente que preferían un acuerdo con el laborismo, antes que cerrar una coalición con Cameron.
Los ministros laboristas dijeron que el equipo negociador de Clegg llegó a la mesa con una lista con demandas políticas que costarían más de 40 mil millones de dólares, entre ellas la introducción, sin referéndum mediante, del voto por preferencia en las elecciones legislativas, un aumento del umbral del impuesto a las ganancias hasta casi 15 mil dólares, la suspensión de la construcción de nuevas plantas de energía nuclear, un aumento del porcentaje del uso de energía renovables del 15 al 40 por ciento, un subsidio escolar de más de 3700 millones de dólares para las zonas más pobres y la abolición de los documentos de identidad.
Los laboristas estaban de acuerdo con retrasar la construcción de una tercera autopista que desembocaba en Heathrow, pero no estaban convencidos del resto de las demandas del equipo de Clegg. “Visto en retrospectiva, me pregunto si los liberal demócratas realmente querían llegar a un acuerdo”, advirtió Lord Mandelson, el hombre que dirigió el equipo negociador de los laboristas. Su colega, Ed Balls, coincidió. “Hubo diferencias en las políticas. Básicamente se nos hizo evidente que los liberal demócratas ya habían elegido a los conservadores”, señaló.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
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