Un atentado suicida con coche bomba contra las fuerzas de la OTAN en Kabul causó al menos 18 muertos, entre ellos cinco soldados norteamericanos y uno canadiense. Los talibán reivindicaron el que fue el ataque más mortífero perpetrado en la capital desde febrero de 2009.

“Seis soldados internacionales murieron y varios resultaron heridos esta mañana cuando un coche conducido por un kamikaze estalló cerca de un convoy de la ISAF (fuerza de la OTAN en Afganistán) y de vehículos civiles en la carretera hacia Darulaman”, indicó el comunicado de la OTAN.

Un portavoz precisó que cinco de los seis soldados eran estadounidenses. El Ministerio de Defensa de Canadá confirmó luego que el sexto soldado muerto es un canadiense.

En el atentado también murieron y resultaron heridos civiles afganos, según hizo saber el mismo portavoz de la alianza internacional. Durante la noche, la OTAN anunció la muerte de dos soldados en el sur del país, el séptimo y octavo de esta jornada sombría para las fuerzas internacionales en Afganistán, que ya perdieron un total de 210 vidas este año, entre ellos 130 estadounidenses.

Desde 2005 y el resurgimiento de la insurrección talibán, cada año marca un nuevo record de muertes para las tropas extranjeras, desplegadas en Afganistán desde finales de 2001. En promedio, desde el verano de 2009, entre uno y dos soldados de la OTAN mueren cada día en Afganistán.

El atentado de ayer se produjo en las inmediaciones del palacio Darul-Aman, en una de las vías principales que llevan al centro de Kabul, al oeste de la capital. Cinco vehículos de la OTAN y una docena de vehículos civiles resultaron dañados por la explosión. Los restos calcinados de un minibús, de un bus, de vehículos todoterreno y de un Humvee estaban esparcidos en el lugar de la explosión.