EL MUNDO › UN NAVIERO TAIWANéS PASó EL FIN DE SEMANA SUCCIONANDO AGUA EMPETROLADA
› Por Guy Adams *
Desde Los Angeles
Se probó en el Golfo de México un barco descripto por sus dueños como el más potente aspirador de petróleo del mundo. Representa la última esperanza para quienes trabajan para limpiar el desastre del pozo de crudo de la plataforma Deepwater Horizon de Bristish Petroleum (BP). Hace 76 días que el combustible brota hacia el océano.
El naviero taiwanés, llamado A Whale (Una ballena), pasó el fin de semana succionando agua empetrolada. Funcionarios de la Guardia Costera estadounidense y de BP estaban a bordo para comprobar los dichos de los propietarios, quienes sostenían que la embarcación puede procesar medio millón de barriles de agua sucia por día.
En teoría, el barco de 340 metros de largo recolectará agua contaminada desde la superficie marítima usando doce aberturas o “mandíbulas” que están a los lados del casco. Después, el líquido será bombeado a través de una serie de tanques, que decantan el petróleo y liberan el agua limpia al océano. “De muchas formas, el navío incorpora agua como una ballena verdadera y bombea internamente como una cisterna”, dijo Bob Grantham, un vocero de TMT, la firma que posee el buque. El portavoz describió al “aspirador” como la mejor solución para la crisis del derrame del Golfo. Además dijo que A Whale navegaría por el mar como una cortadora de césped.
Los resultados se esperan para esta mañana. Si todo salió como se planeaba, el barco podría mover el tablero. Los 21 millones de galones de agua empetrolada que los propietarios dicen que puede limpiar por día lo volvería 250 veces más efectivo que la flotilla de botes pesqueros que se han desplegado para hacer frente al derrame.
Actualmente, entre 35 y 60 mil barriles de petróleo se están derramando diariamente en el Golfo. Sólo cuando las condiciones climáticas son favorables, se logra contener o quemar unos 25 mil. No hay perspectiva de detener la pérdida hasta agosto, cuando se espera que estén terminados dos pozos de alivio.
A Whale, que opera bajo una bandera de Liberia, llegó el miércoles a Louisiana. Sin embargo, la Guardia Costera estadounidense y BP no lo dejaron comenzar a operar hasta el sábado. La demora enfureció a los críticos de la operación de la limpieza, especialmente Bobby Jindal, el gobernador republicano de Louisiana, cuya costa está padeciendo de lleno el derrame. “Han usado la retórica bélica”, manifestó. “Si esto es realmente una guerra, necesitan emplear cada recurso útil para luchar contra el petróleo antes de que llegue hasta nuestra orilla.”
No todos están convencidos de que A Whale funcionará. Su tamaño indica que sólo puede ser usado en las áreas adonde por un radio de media milla no se acerquen barcos. Nadie sabe si el agua que es tratada y devuelta al mar se adecuará a los estándares ambientales.
Muchos expertos sostienen que por la naturaleza del derrame del Golfo, los “aspiradores” no son efectivos. “En un caso como el de Exxon Valdez, donde había mucho crudo en la superficie de un área limitada, un buque como éste podría haber ido y succionado una gran cantidad”, declaró Dennis Bryant, un antiguo guardacosta estadounidense. “Pero en el Golfo, donde el petróleo está bastante disperso por un área más grande, no veo cómo va a hacer algún progreso.”
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
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