El barco Amalthea que se dirige a Gaza con ayuda humanitaria no llegó aún a destino. Según la marina israelí, los tripulantes aceptaron descargar las provisiones para el pueblo palestino en el puerto egipcio de El Arish. Pero la organización presidida por un hijo del líder libio Muamar Khadafi lo desmintió, dijo que mantiene firme su rumbo y que anoche estaba siendo amenazado por las fuerzas israelíes.

Según publicó la Fundación de Desarrollo y Caridad Internacional, botes patrulla rodearon el barco y le dijeron al capitán que llevara su carga hasta Egipto. Ni el capitán ni el referente de la organización humanitaria cedieron con el primer pedido. “Las autoridades israelíes nos dieron plazo hasta esta medianoche (de ayer) para cambiar de dirección hacia el puerto egipcio de Al Arich. Si no, amenazan con capturar al barco con su armada de guerra”, precisó un representante de la fundación libia a bordo, Machallah Zwei. Sin embargo, otras fuentes de la organización humanitaria afirmaron que no cambiarán el rumbo. Por su parte, fuentes militares israelíes dijeron que iban a seguir los pasos al buque libio para comprobar que se dirigía al puerto de El Arish. Al cierre de esta edición aún no se sabía si habían llegado a la costa egipcia.

Cuando fue interceptado, el navío se encontraba a unas cien millas de la costa de Israel. Estaba en aguas internacionales, cuando la Marina entró en contacto por radio con el capitán y le pidió identificarse y confirmar su rumbo. “Se les dejó en claro que eventualmente, como última alternativa, nos veríamos obligados a tomar el barco”, reveló una fuente militar.

Amalthea es propiedad de una naviera griega pero porta bandera moldava. Fue alquilado por la organización que dirige Saif Khadafi, hijo del líder libio. Transporta dos mil toneladas de ayuda humanitaria. El sábado dejó Grecia con destino a Egipto, como lo prueba la documentación portuaria. Sin embargo, los integrantes de la organización no gubernamental reconocieron que ese no era su verdadero destino y que intentarían romper el bloque impuesto hace tres años a Gaza.

En mayo, una flotilla promovida por la organización turca IHH había tenido el mismo propósito pero terminó en tragedia. Comandos israelíes tomaron por asalto el buque Mavi Marmara y asesinaron a nueve activistas turcos. Desde entonces, varias organizaciones vienen anunciando que intentarán socavar la prohibición israelí.

En este navío libio viajan nueve activistas: seis libios, un nigeriano, un marroquí y un argelino. El capitán del barco es cubano y los once tripulantes de un país centroamericano.

El ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, calificó la última iniciativa libia como una provocación innecesaria. El funcionario insistió en que los productos que pretenden transportar pueden llegar a la Franja a través del puerto israelí de Ashod o en su defecto a través de El Arish, hacia donde querían derivar al barco libio. El ministro egipcio de Asuntos Exteriores, Ahmed Aboul Gheit, ofreció a su país para recibir la ayuda y distribuirla en la Franja de Gaza.

“El barco sólo lleva ayuda humanitaria y sus activistas no tienen intención de llevar a cabo ningún acto violento”, salió al cruce Yusef Sowan, director de la ONG auspiciada por el hijo de Khadafi. Yamar Al Judari llamó a la comunidad internacional a impedir que se reedite una catástrofe como la ocurrida con la Flotilla de la Libertad. “Los barcos son legales y sólo desafían el bloqueo ilegal israel”, afirmó el parlamentario y jefe del Comité Popular contra el Cerco a Gaza.