Desde Medellín

Un día después de conocerse el video donde el líder de la guerrilla de las FARC, alias Alfonso Cano, se muestra dispuesto al diálogo con el presidente electo Juan Manual Santos, el actual mandatario rechazó la propuesta explicando que “no entiende” a los insurgentes armados a quienes llama de “terroristas”. Alvaro Uribe deja el poder en siete días, cuando su ex ministro de Defensa asumirá en un ambiente hoy por hoy tenso en su relación con los países vecinos y los grupos rebeldes. Una semana después de la denuncia ante la OEA de la supuesta complicidad del presidente Hugo Chávez con las FARC, continúa la ruptura de relaciones entre los dos países. Ayer Caracas envió más tropas a la frontera, mientras en el Palacio de Nariño desmintieron que, como denunció el viernes Venezuela, una aeronave colombiana violó su espacio aéreo.

“Estamos alerta, yo debo decirles que hemos desplegado unidades para defender nuestra soberanía en caso de una agresión”, dijo Chávez al canal estatal de televisión. Se trata de unidades de defensa aérea, unidades aéreas, unidades de infantería, de operaciones especiales, que no se sabe en qué punto exacto de la frontera se ubicaron. Chávez confesó con “tristeza” que por estos tiempos invierte cuatro o seis horas diarias para los planes de guerra. Según el jefe de Estado, Estados Unidos estaría planeando atacarlo desde Colombia y el escándalo por la supuesta presencia de 1500 rebeldes en Venezuela pretende legitimar la agresión entre la comunidad internacional.

En comunicado de ayer la Cancillería colombiana aseguró que “el Ministerio de Relaciones Exteriores informa a la opinión pública que, con base en información precisa suministrada por el Ministerio de Defensa Nacional, ninguna aeronave o helicóptero militar colombiano ha sobrevolado el espacio aéreo de Venezuela”.

Alfonso Cano no se refirió a la actual confrontación binacional en su video, ni tampoco respondió el constante rechazo al diálogo que se vivió por ocho años en el gobierno Uribe, que implementó una política de mano dura contra la guerrilla y les dio algunos de los más duros golpes militares. “Uno no entiende a estos bandidos, piden paz para producir titulares de prensa y lo que hacen es que asesinan”, respondió Uribe ayer tras la difusión del video de Cano y la noticia de que las FARC emboscaron a la policía en el Sur del país. “Me da mucha tristeza, en el Caquetá, bien lejos, en Solita, fueron asesinados seis integrantes de la Fuerza Pública”, declaró el presidente desde la ciudad de Neiva, provincia del Huila, que limita con Caquetá.

Según medios nacionales, algunos pobladores llamaron a la policía para alertar sobre la presencia de extraños en el pueblo de Solita. Cuando llegaron al lugar denunciado, relató Ramón Endo, comenzó el ataque con armas de fuego. Uribe aprovechó el hecho para recordar a los medios que, por décadas, la guerrilla asesina, secuestra y desplaza de sus tierras a miles de colombianos al tiempo que habla de buena voluntad para una salida negociada al conflicto. En un comunicado de la Presidencia, también dijo ayer: “Colombia jamás ha pensado en atacar al hermano Pueblo de la República Bolivariana de Venezuela, como lo dice el presidente de ese país, en un claro engaño político a su propia nación”, aduciendo que Chávez engaña a su propia nación.

Según Endo, secretario de Gobierno de Caquetá, en el más reciente ataque de las FARC murieron cuatro policías, un militar y fueron heridos dos civiles. Hasta el cierre de esta edición, las FARC no se atribuyeron el ataque y tampoco negaron su responsabilidad de manera pública.

El próximo gobierno de Santos tendrá que sopesar la veracidad del video y definir una posición clara frente a un posible diálogo con la guerrilla. En campaña, el ex ministro de defensa de Uribe que le sucederá siempre advirtió que será duro como su ex jefe con la insurgencia, y que para considerar un posible encuentro de paz debe ser necesario que la guerrilla pare de violar del Derecho Internacional Humanitario y no cometa más actos “terroristas”.

Guillermo León Sáenz, alias Alfonso Cano, invitó el viernes a Santos a dialogar sobre cinco puntos: el acuerdo que les permite a militares estadounidenses hacer uso de bases colombianas, derechos humanos y el Derecho Internacional Humanitario, la tenencia de la tierra, el régimen político y el modelo económico.