España retiró la última estatua a caballo del dictador Francisco Franco. Estaba en el cuartel Millán Astray de Melilla. Según informó la Comandancia General de Melilla, sacó el monumento en cumplimiento de las órdenes recibidas y acorde con lo estipulado en la Ley de la Memoria Histórica. Antes de su extracción, esta estatua fue examinada por una comisión de expertos del Ministerio de Cultura para comprobar si tenía un especial significado histórico o artístico o bien contaba con criterios técnicos que aconsejaran su conservación para ser “amnistiada”, como concede la Ley de Memoria Histórica. Tras este análisis, la cartera emitió un dictamen en el que consideraba que no había razones históricas, artísticas o culturales que justificaran la conservación de esta estatua. A pesar del gesto de ayer, Melilla continúa siendo la única ciudad española con una estatua de Franco en la vía pública, ya que todavía sigue en pie el monumento levantado en su honor a los pies del recinto amurallado de Melilla La Vieja, en la entrada a la ciudad autónoma por el Puerto. El Gobierno de la Ciudad Autónoma se había comprometido a sacarla durante un debate parlamentario en la Asamblea de Melilla.