EL MUNDO
› CHIRAC PODRIA MOVILIZAR A 15.000 HOMBRES EN EL GOLFO
París dice presente tras decir ausente
› Por Eduardo Febbro
En dos frases perfectamente medidas y pronunciadas en lugares diferentes, el presidente francés Jacques Chirac recordó que, aunque condicionada, la guerra en Irak estaba más cerca que nunca. En la mañana de ayer, delante de los principales responsables de las fuerzas armadas del país, Chirac pidió a los militares que se mantuvieran “listos para cualquier eventualidad”. Si bien no ha variado desde que París se opuso a la “tentación unilateral” de Estados Unidos, la posición francesa ocupa hoy un lugar más estratégico. A partir del 1º de enero del 2003 y hasta finales de mes, Francia preside el Consejo de Seguridad de la ONU y ello hace de París una pieza esencial en caso de que se desencadene un conflicto en Irak. Varios parlamentarios franceses confirmaron en las últimas horas que “tanto el canciller francés como el gobierno están convencidos de que los norteamericanos van a ir a la guerra”. Según un experto militar, el ejército francés ya fue convocado a realizar un “inventario” de sus capacidades. Fuentes militares concordantes calculan que Francia podría movilizar unos 15.000 hombres en Irak, es decir, el triple de las tropas actualmente presentes en los Balcanes.
Luego de haberle pedido a su ejército que estuviera listo, Chirac insistió en la tarde sobre el carácter evitable del conflicto armado. En una mención explícita a los tambores de la guerra que se escuchan en Londres y Washington, el mandatario volvió a legitimar la necesidad de “la cohesión” internacional frente a “la tentación unilateral” y pidió que se “evitaran las actitudes que mancharían la legitimidad de nuestra acción”. Ateniéndose a la posición asumida por París desde el inicio de la crisis, Chirac insistió para que se siguiera acordando “toda nuestra confianza a los inspectores de las Naciones Unidas”. Pese a que el contenido de la resolución 1441 de la ONU deja un campo abierto a la interpretación, el presidente francés aclaró que “la eventual decisión de utilizar la fuerza debe ser explícita y estar tomada por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre la base de un informe motivado de los inspectores”.
Todas estas aclaraciones y fusibles diplomáticos no parecen disuadir a las agencias humanitarias de las Naciones Unidas. Que se preparan para lo peor. Víveres, medicamentos, equipos de primeros auxilios, dispositivos especiales en caso de guerra química o biológica y afluencia masiva de refugiados forman parte del esquema elaborado por el Acnur, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, y la OIM, la Organización Internacional de las Migraciones. Con la misma precaución trabaja el Comité Internacional de la Cruz Roja, el CICR, el cual, por precaución, desplazó importantes cantidades de víveres y medicamentos a países aledaños de Irak, concretamente Kuwait, Irán y Jordania. El CICR evaluó a unos 10 millones de dólares la puesta en marcha de este mecanismo de emergencia. Ron Redmond, portavoz del Acnur, adelantó que se “trata principalmente de prepararse ante la eventual falta de alimentos, a los riesgos sanitarios que se desprenden como también a un flujo masivo de desplazados dentro del país”. Varios analistas evaluaron en 900.000 el número de refugiados que podría provocar el conflicto.