El jefe del gobierno italiano, Silvio Berlusconi (foto), que atraviesa días de tensiones políticas, sumó ahora la ruptura de un acuerdo de divorcio con su segunda esposa, Verónica Lario. Hace unas semanas, el presidente de la Cámara de Diputados y cofundador del partido oficialista Pueblo de la Libertad (PdL), Gianfranco Fini, rompió con el premier y creó su propia bancada parlamentaria. El entendimiento para la separación consensuada que el primer ministro, de 73 años, y su esposa, de 54, habían alcanzado en mayo ante un juez civil, se rompió a causa del rechazo de Lario, y ahora hay que empezar otra vez de cero. En principio, Lario pidió a Berlusconi tres millones de euros al mes. Al final se habían puesto de acuerdo por un monto mucho más bajo, unos 300 mil euros mensuales y el usufructo de la villa Belvedere, donde Lario vive desde hace 20 años con los tres hijos que tuvo con Il Cavalieri. Además todavía no quedó resuelta la división del coloso empresarial de la familia, Fininvest, ya que Lario quiere que sus tres hijos reciban lo mismo que los otros dos hijos del primer matrimonio de Berlusconi.