Lun 06.09.2010

EL MUNDO  › EL GOBIERNO DE ZAPATERO Y LOS PARTIDOS COINCIDIERON EN QUE EL COMUNICADO “ES INSUFICIENTE”

ETA anunció un alto el fuego por la BBC

Ayer la agrupación separatista vasca pidió “acordar los mínimos democráticos necesarios para emprender el proceso democrático”. Madrid sólo espera que ETA abandone las armas y se disuelva como organización armada.

› Por Oscar Guisoni

Desde Madrid

Todo funcionó como un mecanismo de relojería. El viernes, la izquierda radical vasca y algunas formaciones políticas aliadas pidieron a ETA una tregua “permanente y verificable internacionalmente” y ayer la organización separatista vasca respondió anunciándola a través de un canal poco usual: la cadena inglesa BBC. Acosada por las fuerzas policiales e inactiva en territorio español desde el 9 de agosto de 2009, ETA intenta de este modo transformar debilidad en fortaleza, aunque no especifica en el comunicado de ayer si la tregua es indefinida o si va a ser acompaña de otras medidas que indiquen el camino a un posible fin de la violencia luego de más de medio siglo de lucha armada.

Todo comenzó durante el pasado mes de marzo, cuando un grupo de mediadores internacionales y los premios Nobel de la Paz sudafricanos e irlandeses Desmond Tutu, Frederic Willem de Klerk, John Hume y Mary Robinson y la Fundación Nelson Mandela pidieron a la banda una tregua “verificable”. La izquierda vasca, soporte político del grupo armado, valoró positivamente la iniciativa, pero no la suscribió. El viernes, lo que queda de Herri Batasuna y otros grupos aliados pusieron por escrito la demanda de una tregua. El gobierno socialista valoró la iniciativa aunque la consideró insuficiente, del mismo modo que ayer volvió a resaltar que espera de ETA el abandono de las armas y el cese definitivo de la violencia, no una mera tregua.

La de ayer es la undécima declaración de tregua que realiza la banda terrorista vasca desde que cometió su primer atentado, en 1960. En medio siglo de actividad, ETA ha asesinado a 829 personas –de ellas, 486 eran miembros de las fuerzas de seguridad y 343 civiles– y realizado 84 secuestros. La última declaración de tregua la realizó el 22 de marzo de 2006, abriendo de ese modo una negociación con el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero que en su momento fue muy criticada por el Partido Popular en la oposición. ETA rompió esa tregua sin avisar el 30 de diciembre de 2006, con el atentado en el aeropuerto de Madrid que les costó la vida a dos ciudadanos ecuatorianos.

Ayer la agrupación volvió a pedirle al gobierno “acordar los mínimos democráticos necesarios para emprender el proceso democrático”, un enrevesado juego de palabras que se traduce en la intención de sentarse a una mesa de negociación, pero esa posibilidad es más que remota tal y como está el actual panorama político en la península. Rodríguez Zapatero salió escaldado del último proceso negociador y en la situación de debilidad en la que se encuentra en este momento, es impensable que pueda volver a impulsar un proceso de estas características. Aunque ayer el gobierno recibió con cautela el anuncio y al cierre de esta edición el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, aún se encontraba reunido con su gabinete analizando el comunicado, las señales que se dejaron traslucir a la prensa eran inequívocas: Madrid sólo espera que ETA abandone las armas y se disuelva como organización armada.

El gobierno vasco, por primera vez en la historia reciente ocupado por socialistas y conservadores, se sumó ayer al coro de voces que consideran la tregua “ambigua e insuficiente”. “Los tiempos de las treguas han pasado”, señaló ayer el consejero de Interior vasco, Rodolfo Ares, quien pidió a las fuerzas políticas y sociales que no se “dejen enredar” por el anuncio, al tiempo que le marcó la cancha a la izquierda nacionalista señalando que el comunicado no cumple “con sus expectativas”, por lo cual puede ser leído como “un revés” para esta fuerza política. Con estas palabras, Ares pone de manifiesto algo que para el campo nacionalista radical es una verdad palpable pero hasta ahora no asumida: la llegada de un gobierno socialista-conservador a Bilbao ha puesto en marcha una estrategia de “tolerancia cero” con el terrorismo que ha dejado a la banda sin un mínimo balón de oxígeno, ha terminado por aislarla de las organizaciones sociales y la ha confinado en el reducto de la lucha militar pura y dura, un espacio en el que es prácticamente imposible sobrevivir. Para resaltar el mensaje, Ares ha dejado claro a la izquierda independentista que esta tregua no le servirá para volver a la legalidad democrática, con lo cual seguirá sin poder presentarse a elecciones, una medida que ha contribuido a debilitar el brazo político de ETA de un modo considerable durante los últimos años.

En sintonía con Ares, el líder del Partido Popular vasco, Antonio Basagoiti, interpretó ayer que el comunicado parece parte de una estrategia para permitir que la izquierda vasca pueda presentarse en las elecciones municipales previstas para la primavera de 2011 y advirtió que “ellos se pueden poner en tregua, pero el Estado no”. El portavoz parlamentario de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, consideró que “es positivo que no haya violencia pero es totalmente insuficiente que sólo declare una tregua, lo que se espera es el cese definitivo de la violencia, la entrega de las armas y que desaparezca de la vida española”.

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